El diario vaticano ante las torturas en Irak: «Horror y vergüenza»

Ofensa contra Dios, según el secretario para las relaciones con los Estados

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 9 mayo 2004 (ZENIT.org).- «Horror y vergüenza». Estas dos palabras ocupaban todas las columnas de la primera página del diario vaticano de la Santa Sede de este domingo para calificar las revelaciones que siguen llegando sobre las torturas de iraquíes por parte de miembros del ejército estadounidense.

«El conflicto iraquí, ya marcado por el luto y la destrucción, asume ahora connotaciones todavía más trágicas con el descubrimiento de torturas inhumanas infligidas a los detenidos iraquíes», afirma la edición cotidiana en italiano de «L’Osservatore Romano».

«En los abusos y en los malos tratos a prisioneros se consuma la radical negación de la dignidad del hombre y de sus valores fundamentales», denuncia el cotidiano oficioso de la Santa Sede.

«La ofensa brutal contra el semejante es la trágica antítesis de los principios básicos de la civilización y de la democracia», aclara el comentario que no está firmado.

«En este inquietante escenario, el mundo se interroga estupefacto, lleno de horror y de vergüenza», sigue diciendo.

«En particular, el pueblo estadounidense se siente profundamente traicionado en su humanidad y en su historia al saber que la tortura –afrenta contra la persona humana– ha sido perpetrada bajo su bandera, deshonrándola».

El viernes pasado, el arzobispo Giovanni Lajolo, secretario vaticano para las relaciones con los Estados, afirmó que esta «violencia contra las personas ofende al propio Dios, quien hizo a los humanos a su imagen y semejanza».

«Los responsables deben ser llevados ante la justicia y castigados, así como sus superiores inmediatos que fallaron en su importante deber de contenerlos», agregó en declaraciones a la red pública de televisión italiana RAI.

El arzobispo italiano subrayó que la tortura es «contraria a los más elementales derechos humanos y radicalmente contraria a la moral cristiana».

«El escándalo es aún más grave si se tiene en cuenta que esas acciones fueron cometidas por cristianos», concluyó.

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ZENIT Staff

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