APARECIDA, jueves, 24 mayo 2007 (ZENIT.org).- El «Documento final» de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe se publicará posiblemente en los meses de julio o agosto, explicaron este jueves fuentes autorizadas.
El director de la Sala de Prensa de la Conferencia, monseñor Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú (Argentina), aclaró que este texto, que contará con la aprobación de Benedicto XVI, «no va a ser dado a conocer el 31 de mayo».
«El 11 de junio en audiencia será entregado al Papa, y uno o dos meses después será dado a conocer», añadió el prelado.
Obviamente, aclaró, se va a redactar para el 31 de mayo, fecha en la que concluye la Conferencia, pero «no se va a tener de forma pública».
La Conferencia, dijo, concluirá con «un mensaje final de la Asamblea para los pueblos de América Latina».
Este jueves, informó, los prelados participantes revisaron y estudiaron «el primer borrador del documento final durante todo el día» y al final del día tenían previsto hacer por escrito «los aportes que consideren necesarios».
«Los obispos tuvieron a disposición esta mañana el texto de la primera redacción del documento final, en el que la Comisión de Redacción trabajó hasta altas horas de la noche. Tengan en cuenta que está previsto que haya cuatro redacciones, así que estamos en la primera fase», precisó a los periodistas el prelado argentino.
En la noche de este jueves los obispos «podrán anotarse para intervenir oralmente mañana en la primera sesión».
«En la segunda, tercera y cuarta sesión de mañana las comisiones y subcomisiones trabajarán para que la Comisión de Redacción arme un segundo borrador», indicó.
El obispo argentino aclaró que esta reunión episcopal «no es una cámara legislativa de un país determinado. Se dan orientaciones pastorales que no son de aplicación inmediata. Nuestras comunidades la esperan con ansiedad, pero la implementación es progresiva».
«Tampoco es una cumbre de presidentes de una región. No se reúnen (los obispos) para firmar un texto hecho meses antes por algunos colaboradores»; se requiere un «clima de estudio, reflexión, diálogo sereno y discernimiento», aclaró.
