El episcopado alemán recuerda a la Unión Europea la falta de libertad religiosa en Turquía

Ante el posible ingreso del país musulmán en la comunidad del Viejo Continente

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BONN, martes, 28 septiembre 2004 (ZENIT.org).- El cardenal Karl Lehmann, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), ha puesto su firma en un documento que pide a la Unión Europea incidir en el pleno respeto de los derechos humanos y en particular en la garantía de la libertad religiosa como requisitos previos a un posible ingreso de Turquía.

Publicado al término de la Asamblea Plenaria de otoño de los obispo alemanes –celebrada en Fulda del 20 al 23 de septiembre–, el texto subraya la importancia de los «comunes niveles políticos, jurídicos, económicos y sociales» que han hecho posible el desarrollo de la UE.

Añade que precisamente «en razón de esto, la perspectiva de un ingreso de Turquía abierta con el pacto de adhesión de 1963 no puede motivar un recurso automático a un derecho de ingreso»

La Conferencia Episcopal Alemana hace referencia igualmente a los «criterios de Copenhague», a los que deben adecuarse uniformemente todos los países candidatos a entrar en la Unión Europea. Aquellos comprenden la «completa garantía de los derechos humanos» así como «la plena libertad religiosa individual y corporativa», «fundada en la dignidad del hombre».

En 1993 el Consejo Europeo de Copenhague reconoció a los países de Europa central y oriental el derecho a adherirse a la Unión Europea con tal que cumplieran tres requisitos: 1) político: instituciones estables que garanticen la democracia, la preeminencia del Derecho, los derechos humanos y el respeto de las minorías; 2) económico: economía de mercado viable; 3) recepción del «acquis» comunitario: suscribir las diferentes finalidades políticas, económicas y monetarias de la Unión.

«Se debe asegurar que los derechos de que gozan los musulmanes en Alemania serán, por lo menos gradualmente, acordados también a los cristianos en Turquía», subrayan los prelados.

«Nosotros, los obispos, partimos del hecho de que los responsables de tomar las decisiones en el seno de la Unión Europea tomarán en serio los criterios de ingreso establecidos por ellos mismos en Copenhague», manifiestan.

«Por lo que respecta a las continuas deficiencias de los derechos humanos y de libertad religiosa en Turquía, que la Comisión Europea mencionó por último en 2003, en el futuro contará de forma particular la satisfacción de los “desiderata”, y especialmente de la libertad religiosa para todos», añaden los prelados alemanes.

En noviembre de 2003, Günter Verheugen, comisario de la UE para la ampliación, presentó un documento sobre los progresos obtenidos en Turquía con vistas a su posible adhesión. En él se reconocían los pasos adelante dados por este país hacia la democracia, sobre todo en el frente legislativo, y también se constataba la existencia de graves violaciones de los derechos humanos.

En cuanto a la libertad religiosa, el documento enumeraba las graves restricciones aplicadas a los religiosos y eclesiásticos, quienes carecen de personalidad jurídica y no pueden recibir educación ni formación religiosa, y a las comunidades religiosas, que no gozan de derechos de propiedad.

En la cumbre europea del próximo octubre la Comisión será llamada a pronunciarse sobre la plena adecuación o no de Turquía a los «criterios de Copenhague», y en caso afirmativo, en diciembre el Consejo Europeo deberá decidir si pone en marcha las negociaciones con este país para su entrada en la UE.

Por su parte, en el Informe anual sobre los Derechos Humanos presentado el pasado 25 de febrero por el Departamento de Estado de los Estados Unidos se afirmaba que en Turquía persisten aún persecuciones, restricciones y discriminaciones hacia las minorías religiosas y limitaciones a la libertad de expresión religiosa.

«La Conferencia Episcopal Alemana está convencida de que la Unión Europea continuará también en el futuro contemplando la libertad religiosa como un derecho central del hombre y que ésta será respetada como característica distintiva fundamental del Estado democrático de Derecho de tipo europeo», afirma el documento (disponible en alemán en dbk.de/presse/pm2004/pm2004092401.html).

66 millones de habitantes forman la población de Turquía. El 98% son musulmanes. Los cristianos representan el 0,6% –entre cristianos ortodoxos (del Patriarcado ecuménico de Constantinopla), y católicos de rito armenio, latino, siro-católico, bizantino y maronita–.

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ZENIT Staff

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