El episcopado colombiano pide la liberación de los secuestrados

El Gobierno de Santos suspendió los diálogos de paz tras secuestro de un general por las FARC

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«Hago un llamado a la guerrilla y al gobierno para que hagan todo lo posible para que este impase se supere». Con estas palabras se manifestó el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga. De este modo, rechazó los secuestros realizados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pidió la liberación del general secuestrado, Rubén Darío Alzate Mora y expresó el deseo de la Iglesia para que los diálogos continúen en la Habana.

Las declaraciones del prelado colombiano se produjeron después de conocer la noticia del secuestro del general, comandante de la Fuerza de Tarea Titán; el cabo primero Jorge Rodríguez Contreras; y la abogada Gloria Urrego, coordinadora de Proyectos Especiales de esa Fuerza de Tarea, perpetrado por las FARC, el pasado domingo 16 de noviembre.

Por su parte, también el arzobispo de Bogotá, cardenal Rubén Salazar Gómez, a través de su cuenta en Twitter, pidió al gobierno y a la guerrilla «sensatez y prudencia para superar lo que impida el logro de la paz».

Tras la confirmación del secuestro, el presidente Juan Manuel Santos afirmó que los diálogos que se desarrollan en la Habana quedaron suspendidos hasta que las FARC liberen a los uniformados y a la abogada Urrego.

A inicios del 2012, las FARC se comprometieron a no practicar más el secuestro de civiles, pero inciaron que se reservan el derecho de capturar a policías o militares, considerados prisioneros de guerra. El gobierno de Santos y el grupo guerrillero desde hace dos años en La Habana están realizando diálogos de paz para poner fin a un conflicto armado de más de 50 años. Este miércoles se  cumplían dos años de las negociaciones.

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Staff Reporter

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