El episcopado de Nicaragua denuncia los ataques contra la familia

Alerta de la introducción de los «derechos sexuales» y la «ideología de género»

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MANAGUA, 30 marzo 2003 (ZENIT.org).- Con un mensaje sobre la verdad y el sentido de la familia, el episcopado nicaragüense ha alertado a la población de la divulgación entre los adolescentes de un folleto del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA) sobre «derechos sexuales y reproductivos» y de la creciente difusión de la «ideología de género».

La Conferencia Episcopal de Nicaragua condensa en el título de su mensaje –fechado el 19 de marzo— su apremiante exhortación: «Familia: vuelve a tu verdad auténtica para ser el fundamento de la sociedad nicaragüense».

Con el escrito, los obispos nicaragüenses buscan recordar el fundamento de la familia, «la principal escuela de todas las virtudes sociales» porque es «la primera unidad básica de la sociedad».

«No buscamos imponer a los no creyentes una perspectiva de fe, sino interpretar y defender los valores radicados en la misma naturaleza del ser humano», declaran.

El matrimonio y la familia

El mensaje del episcopado recuerda que la vocación al matrimonio entre un hombre y una mujer existe desde el principio de la humanidad, porque ambos han sido hechos el uno para el otro.

«En este sentido –afirman los obispos nicaragüenses–, la sexualidad se traduce en la unidad de los dos seres que Dios llama a darse en ayuda mutua».

En todas las culturas, «a pesar de que la dignidad de esta institución no se trasluzca siempre con la misma claridad, existe un cierto sentido de la grandeza de la unión matrimonial», dice el Catecismo (Cf. n.1603).

«La recta razón y el sentido común –constatan– nos llevan a la conclusión de que la institución ideal para que nazca, crezca, se desarrolle y se eduque con amor y para el amor al ser humano es la familia, formada por varón y mujer, cuya vocación al matrimonio se inscribe en la naturaleza misma de ambos. Es por esto que la familia es considerada el santuario de la vida».

«Derechos» sexuales e «ideología de género» minan la verdad de la familia

Los obispos denuncian que en muchas naciones la familia está amenazada y citan al Pontificio Consejo para la Familia, que igualmente advirtió que «debido a una fuerte presión ideológica, se diría que hay el propósito de desmontar pieza por pieza el edificio de la familia fundamentada sobre el matrimonio» (Cf. Declaración de Santo Domingo).

«Con sutiles instrumentos de manipulación intelectual y jurídica y de ambigüedad terminológica –alertó ese dicasterio–, se extiende cada vez más una mentalidad que con el pretexto de progreso y de modernidad va destruyendo los principios y los valores básicos del matrimonio y de la familia».

Según los obispos, un ejemplo de esta problemática lo constituye el folleto sobre «Derechos sexuales y reproductivos: Un enfoque para adolescentes» que el UNFPA y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (junto con la Procuraduría Especial de la Niñez y de la Adolescencia) han difundido entre los adolescentes nicaragüenses.

El folleto, con su afirmación de que los adolescentes tienen derecho a «elegir el estado civil: casado, soltera, unión de hecho estable», discrimina a la familia basada en el matrimonio, «puesto que la considera a un nivel semejante al de cualquier otra convivencia», exponen los prelados.

Más preocupante es que se pretendan legalizar las uniones entre personas del mismo sexo, «tal como parece desprenderse de algunos de los artículos de la “Ley de Igualdad de Oportunidades” que se ha estado discutiendo en la sala mayor de nuestra legislación».

Ese texto normativo contiene «términos aparentemente indefinidos o ambiguos, tales como “género”, “derechos sexuales y reproductivos” y “salud reproductiva”», subrayan los obispos nicaragüenses.

El mensaje del episcopado denuncia además la aparición de grupos que «están tratando de imponer la “Ideología de Género” en nuestra sociedad, la cual es contraria a nuestros auténticos valores familiares y morales».

«Quienes defienden esta ideología afirman que “ser hombre o mujer no estaría determinado fundamentalmente por el sexo, sino por la cultura”», de forma que «la identidad genérica sexual es independiente de la identidad sexual personal».

Como resultado, «para esta concepción individualista de la persona, cualquier actitud sexual resultaría justificable, incluida la homosexualidad, y más bien es la sociedad la que debería cambiar para incluir -junto al masculino y femenino- otros géneros tales como “homosexual, lesbiana, bisexual e indiferenciado».

«Es evidente –constatan los obispos– que la “Ideología de Género” pretende reivindicar para las uniones de hecho (incluso las homosexuales), un status legal similar al del matrimonio entre un varón y una mujer, por lo que se designa como “familia” a cualquier tipo de unión consensual».

El folleto explica también «algunos de los pretendidos “derechos” sexuales y reproductivos de los adolescentes: “Decidir tener o no relaciones sexuales y cuándo tenerlas… Decidir la finalidad del ejercicio de la sexualidad: afectividad, comunicación o procreación… Tener libertad para el uso y elección oportuna y adecuada de métodos anticonceptivos o proconceptivos».

«Pueblo de Nicaragua, católicos o no, ¿es así como vamos a formar una juventud responsable y fiel a su cónyuge cuando decida contraer matrimonio?», cuestiona el episcopado.

«¿Es así como se formarán las familias fuertes y nobles que necesitamos en nuestro país? ¿Es así cómo la Procuraduría Especial de Derechos Humanos para la Niñez y la Adolescencia va a contribuir para que las niñas menores de edad no se queden embarazadas?»

Tarea de todos: fortalecer la familia

Para proteger y valorar el matrimonio y la familia, los obispos nicaragüenses hacen un llamamiento especial a los agentes de pastoral, para que transmitan a toda la sociedad el grave daño que puede significar la destrucción de la familia y en consecuencia de la misma sociedad.

Además «se necesitan laicos en las escuelas y en las universidades que prediquen el evangelio a todo tiempo; se necesitan sacerdotes que orienten las conciencias en orden a la moral y a la verdad; se necesitan religiosos y religiosas que, cual fermentos en la masa, eduquen en el amor hermoso de Cristo».

La educación sexual es necesaria, pero los obispos de Nicaragua recuerdan que son los padres de familia los primeros responsables y que debe realizarse según las edades de los hijos y dentro de un contexto de vocación al amor en el matrimonio.

«Nicaragüenses todos –exhortan los prelados–, no dejemos que otros (…) nos impongan modos de conducta antinaturales o inmorales. No tengamos miedo a proclamar que la familia auténtica se basa en el matrimonio entre un varón y una mujer».

«No tengamos miedo de decir que la sexualidad humana es un gran bien porque transmite el bien más grande, es decir, la vida humana. No tengamos miedo a decir que precisamente por esto –porque se trata de la vida humana– las relaciones sexuales (…) deben realizarse dentro del matrimonio, que es el ámbito más digno y pleno para que nazca y se eduque un ser humano», concluyen.

Se puede consultar el texto íntegro del mensaje en la página de la Conferencia Episcopal de Nicaragua .

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ZENIT Staff

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