El Foro Español de la Familia reclama la retirada del proyecto de ley de «matrimonio» homosexual

Vetado en el Senado, sigue los trámites hacia su aprobación en el Congreso

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MADRID, jueves, 23 junio 2005 (ZENIT.org).- Tras la manifestación –de repercusión internacional– que reunió en Madrid el sábado a un millón y medio de personas –disconformes con los proyectos del gobierno socialista que perjudican directamente a la familia, el matrimonio y la infancia–, el promotor de la iniciativa ciudadana, el «Foro Español de la Familia» (FEF) (www.forofamilia.org), ha reclamado este jueves la retirada de los proyectos de ley que crean el «matrimonio» homosexual –permitiendo la adopción de niños– y que reforman del divorcio.

Así se contiene en una lista de reivindicaciones –«Propuesta de un Pacto por la Familia. 12 medidas urgentes» (Cf. Documentos de Zenit)– que, en nombre de las familias españolas que se manifestaron el pasado 18, esta confederación ha planteado al gobierno y a los partidos políticos.

Entre otros puntos pide el FEF que el «presidente del Gobierno reciba a los representantes de las asociaciones familiares, antes del 30 de junio, para conocer de primera mano sus reivindicaciones y entender sus preocupaciones».

Es la fecha en que, si no hay cambios, el proyecto de ley del «matrimonio» homosexual volvería al Congreso de los Diputados –para su aprobación–, después de que el miércoles el texto fue rechazado por el veto del Senado (a favor del veto 131 votos; en contra 119; 2 abstenciones).

En su agenda del miércoles, por otro lado el Senado aprobó la reforma del Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de separación y divorcio, una modificación según la cual no hará falta la separación previa para el divorcio, que se podrá pedir a los tres meses de la boda sólo por deseo de uno de los cónyuges, sin que el otro pueda oponerse ni el juez pueda rechazar la petición. Por ello ha sido criticado como un «repudio unilateral» y se ha calificado como divorcio «rápido» o «exprés».

Hasta el momento, tenía que pasar un año desde el matrimonio para plantear la separación legal y otro más para presentar la demanda de divorcio. Para su aprobación definitiva, esta ley volverá al Congreso de los Diputados, dónde previsiblemente será aprobada también el próximo día 30 de junio.

Respecto a la ley del «matrimonio» homosexual, el presidente del FEF, José Gabaldón, declaró a la agencia misionera de la Santa Sede su satisfacción por el veto del Senado, pero ello significa que «la ley vuelve al Congreso para ser votada de nuevo y el gobierno cuenta con mayoría en el mismo, con lo cual es muy probable que sea aprobada».

«Todavía tenemos la esperanza de que se escuche al pueblo, a las familias, por la trascendencia jurídica que todo esto tendrá. Indudablemente si se cambia el concepto de matrimonio se arruina la familia, que es la base de la sociedad», añadió.

En su opinión, la manifestación del sábado «sirvió ante todo para poner de manifiesto cómo valora la sociedad española este proyecto de ley».

Igualmente Benigno Blanco, vicepresidente del FEF, expresó su satisfacción por el veto ante una ley que considera injusta e inconstitucional, y entiende que el gobierno debe retirar su iniciativa y dejar el matrimonio tal y como está.

«El Gobierno se ha quedado solo: primero fueron los dictámenes negativos del Consejo General del Poder Judicial y del Consejo de Estado, el sábado fueron las familias y ahora es el Senado el que rechaza el proyecto de ley», explica un comunicado del «Instituto de Política Familiar» (IPF) (www.ipfe.org) –entre los convocantes de la manifestación– recibido en Zenit.

En este contexto, de acuerdo con Eduardo Hertfelder –presidente del IPF–, al Gobierno no le queda otra opción que el anuncio inmediato de la paralización de los trámites parlamentarios. En caso contrario, supondría un menosprecio total a las familias, a los senadores y a los organismos competentes, quedando gravemente dañada su imagen dialogante y de talante.

Para la plataforma ciudadana «HazteOir.org» –otro de los convocantes de la movilización–, el rechazo del Senado del proyecto de ley de «matrimonio» homosexual muestra «la quiebra que existe en nuestra sociedad, y exige al gobierno que actúe con sensatez y retire el texto antes de su votación en el Congreso, el día 30».

«Aprobar esta ley sin consenso es una nueva muestra de la falta de voluntad del Ejecutivo de escuchar a numerosos sectores y de imponer sus proyectos sin ningún diálogo con la sociedad –advierte el presidente de la plataforma, Ignacio Arsuaga–. Exigimos a Zapatero la retirada inmediata del proyecto de Ley del Parlamento y la convocatoria de un referéndum, para que los españoles nos podamos pronunciar sobre esta cuestión que tanto divide a la sociedad y a nuestros representantes».

La voz del episcopado

El mismo miércoles, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española –organismo que, además de representantes de otros credos, se adhirió a la manifestación (Cf. Zenit, 10 junio 2005)–, el padre Juan Antonio Martínez Camino, había adelantado a la prensa que el rechazo que podría sufrir proyecto de ley del «matrimonio» homosexual en el Senado enviaría una «señal de que la legislación no es aceptada» y sería un «alivio» para «la Iglesia y la sociedad española», recoge «Veritas».

Comentando la manifestación del sábado pasado –y su «repercusión nacional e internacional de gran calado»–, apuntó que había servido «para constatar algo que se suponía: que hay una sociedad asombrada y perpleja ante leyes que tocan algo tan sensible como el futuro de la familia». «Esperamos que tenga una respuesta adecuada y que se replantee radicalmente
esta legislación», añadió.

Los obispos de la Comisión Permanente del episcopado español, tras su CXCIX reunión, valoraron positivamente «la iniciativa tomada por los laicos para manifestar, también en la calle, el desacuerdo social ante las reformas legales en curso que lesionan gravemente los derechos del matrimonio y de la familia».

«Se ha puesto de manifiesto –añade la nota de prensa difundida el miércoles desde el organismo– la sensibilidad de amplios sectores de una sociedad viva y despierta ante un problema de la mayor trascendencia moral y social, lo que debería hacer reflexionar al Gobierno sobre la necesidad de no promover leyes que lesionan seriamente el bien común».

«El carácter de absoluta novedad y excepcionalidad de una ley que ignora sistemáticamente la diversidad de sexos como constitutiva del matrimonio y que, por tanto, introduce en el ordenamiento jurídico una discriminación de la unión conyugal jamás sustentada por ningún ordenamiento jurídico, hace necesaria también una defensa excepcional del matrimonio y de la familia», reconocen.

Advirtió además el portavoz del episcopado español que el «espíritu fundamental» de esta Ley «no es proteger los derechos de las minorías (que nadie objetaría si fueran reales)», y que su gravedad consiste en que «suprime a la esposa y el esposo del ámbito civil; los tacha en rojo, y las esposas y esposos de este país quedan sin una protección adecuada» –«una discriminación de las mayorías»–, algo que «no ha sucedido en ninguna legislación civil del mundo, en ninguna época de la historia»

1 millón de firmas en la Iniciativa Legislativa Popular y demanda de diálogo al gobierno

Cuando en la mañana de este jueves el presidente del FEF, Benigno Blanco, presentó la «Propuesta de un Pacto por la Familia», confirmó que ya supera el millón el número de firmas recogidas en apoyo a la Iniciativa Legislativa P
opular (ILP) que promueve la confederación.

Es un mecanismo constitucional español para que los ciudadanos puedan presentar proyectos de ley al Parlamento; su tramitación exige un apoyo de al menos 500.000 firmas de adultos inscritos en el censo.

La ILP del Foro de la Familia pretende la reforma de dos artículos del Código Civil con el objeto de reforzar inequívocamente el carácter de unión entre hombre y mujer del matrimonio y de reservar la posibilidad de adopción conjunta de un menor por parte de dos adultos al supuesto de que los adoptantes sean el marido y la mujer.

Al haber obtenido las adhesiones exigidas por la ley, el Congreso de los Diputados está obligado a debatir esta iniciativa como cualquier otro proyecto de ley de los que le remite el Gobierno.

Benigno Blanco también aludió a las declaraciones de la víspera de María Teresa Fernández de la Vega en el Pleno del Congreso –es vicepresidenta primera del gobierno y ministra de la Presidencia–, en las que anunció que tiene previsto mantener un encuentro con los representantes del Foro de la Familia.

El vicepresidente y Portavoz del FEF manifestó que sigue esperando la llamada de Moncloa –sede de la presidencia del Gobierno de España– y que «sólo el Presidente del Gobierno tiene potestad para rectificar», cita «Veritas».

El Foro de la Familia volverá a manifestarse si el presidente Zapatero no les recibe antes del 30 de Junio, apunta la emisora española «COPE.es».

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ZENIT Staff

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