El misionero es bálsamo para la sociedad

Entrevista a Monseñor Francisco Pérez González, director de las Obras Misionales Pontificias de España

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MADRID, sábado, 21 octubre 2006 (ZENIT.org).- En la víspera del Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND), publicamos esta entrevista con monseñor Francisco Pérez González, arzobispo castrense y director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) de España.

¿Qué noticias recibe de los misioneros españoles repartidos por el mundo?

–Monseñor Pérez González: Las mejores noticias que se pueden dar son siempre las que llegan de estos testigos vivos, los misioneros, que conocen las realidades más profundas del mundo con sus miserias y pobrezas. El misionero es el mejor bálsamo de la sociedad que sufre y padece. Siempre que me encuentro con alguno de ellos descubro la grandeza de la fe en Cristo y su Iglesia. Me cuentan las cosas con tal naturalidad que me conmueven. Saben que se deben a los demás y no se inmutan ante las dificultades. Un día hablando con uno de ellos me impresionó, por su generosidad, cuando me afirmaba que estaba deseando volver a la misión en un país azotado por la guerra y por la pandemia del sida y la razón era muy sencilla: ‘los pobres me necesitan’. Esto demuestra la ‘casta’ de nuestros misioneros”.

¿Cómo ve usted la realidad de nuestra sociedad en el momento actual?

–Monseñor Pérez González: La sociedad siempre ha sido llevada por vientos de todo tipo y ahora nos encontramos atenazados, al menos en Europa, por un materialismo excesivo y por un laicismo cada día más en avanzadilla. Se están perdiendo los ‘horizontes’ de la sociedad y se necesita una gran reforma espiritual, lo que llamaba Juan Pablo II ‘la segunda evangelización’. Me preocupa cuando el ser humano se paraliza en el materialismo y en el hedonismo. Es como si se hubiera disparado la sirena o se pusiera la luz roja en el coche. Una sociedad que se basa solamente en lo material, en el divertimento y en el ‘juego del cuerpo’, es una sociedad en declive, como ocurrió en tiempos del imperio romano. Se necesita mayor coraje en los dirigentes y mayor mentalización social para afrontar estos tiempos en la verdad y en el auténtico amor”.

Tenemos la sensación de que mucha gente percibe solamente la labor asistencial de los misioneros. ¿Puede haberse desnaturalizado el verdadero sentido de las misiones?

–Monseñor Pérez González: La labor fundamental del misionero es testificar y anunciar a Jesucristo teniendo una gran pasión para implantar a la Iglesia donde quiera se encuentre. Tenemos el ejemplo de San Francisco Javier que se cansaba de bautizar y de preparar a la gente para que se encontrara con Cristo. Si un misionero fuera un simple funcionario para realizar proyectos humanitarios perdería la verdadera naturaleza de la misión. Quien se encuentra con Cristo se dignifica y se solidariza con los demás. El amor a Cristo nos lleva a amar a los seres humanos y el obrar concreto hace brillar la presencia de Cristo en medio de nosotros.

¿A qué dificultades se enfrenta la misión?

–Monseñor Pérez González: Tenemos necesidad de un número mayor de misioneros puesto que la gran mayoría es de una edad alta. Además observamos que los jóvenes se ilusionan por la misión pero ‘para toda la vida’ (ad vitam) les cuesta más. De ahí que –albergando la esperanza- se requiere mayor hondura en la entrega para no caer en una acción externa y desnaturalizada del sentido profundo de la misión. La audacia es muy importante y creo que falla en la vida de los cristianos. Fiarse de Dios y comprometerse con la realidad del hombre es hoy imprescindible si queremos evangelizar y ser misioneros.

¿Sigue habiendo gente dispuesta a dejarlo todo para llevar la Buena Nueva a otras partes del mundo?

–Monseñor Pérez González: Hay muchos que así lo hacen. Hay sacerdotes, religiosos y laicos (matrimonios de modo especial) que lo dejan todo –incluso un buen trabajo- y se van a tierra de misión. También durante el verano muchos jóvenes acompañan a los misioneros y esto favorece para que muchos de ellos se planteen su vocación misionera.

¿Cómo está España en lo que a labor misionera se refiere?

–Monseñor Pérez González: Hay bastante inquietud puesto que más de veinte mil misioneros españoles están diseminados por todo el mundo. España ha sido siempre muy misionera. Ahora toca vivir más intensamente la ‘nueva evangelización’ por el laicismo que impera en toda Europa. Los creyentes hemos de fomentar este espíritu misionero y para ello se requieren comunidades vivas; de ellas nacerán nuevas personas, familias sanas y vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada”.

¿Cómo nace una vocación y qué podemos hacer desde nuestra condición de católicos para fomentar las vocaciones?

–Monseñor Pérez González: Una vocación es una gracia que Dios concede para el bien de la persona y para el bien de la sociedad. Y para que se pueda desarrollar en armonía conviene tener un ámbito sano con criterios seguros. Muchos jóvenes no descubren su vocación porque les aturde el materialismo y el hedonismo. Tal vez Dios les llama pero tienen los oídos cerrados. Nosotros como cristianos hemos de pedir y rogar al Dueño de la mies que envíe operarios y hacer ‘propuestas’ claras para que se planteen la vocación. El testimonio será un atractivo como lo fue, durante la historia, en muchos santos que se decían: ‘Si estos lo hacen, ¿por qué no lo voy hacer yo?’. A veces vale más un buen testimonio que mil palabras.

Los españoles: ¿Qué tal andamos de colaboración económica con los misioneros?

–Monseñor Pérez González: Es admirable la generosidad de los españoles!. El ejercicio económico 2004-2005 hemos superado, al anterior, en más del 17%. Esto sin contar las herencias y legados que nos llegan. Somos la nación que más colabora con Obras Misionales Pontificias, después de Estados Unidos de América, a nivel mundial. Se siente que los españoles apuestan por los misioneros y los aprecian mucho. La labor que realizan los misioneros impacta en la gente.

Este año se cumple el quinto centenario del nacimiento de San Francisco Javier, copatrono de las misiones con Santa Teresita del Niño Jesús. ¿En O. M. P. Tienen previsto algún acto o celebración especial?

–Monseñor Pérez González: Tenemos varios encuentros en Javier (Navarra) y apoyamos todo lo que puedan programar la Conferencia episcopal española como los PP. Jesuitas. Invito para que hagamos todo lo posible por vivir este año como un gran momento de gracia misionera.

¿Qué proyectos tienen previstos a corto plazo en O. M. P. ?

–Monseñor Pérez González: Seguir potenciando la conciencia misionera en las comunidades cristianas y en la Parroquias. Impulsar una mayor información que llegue a todos los ámbitos de nuestra sociedad sobre la labor misionera y sobre nuestros misioneros. Hacer que las Jornadas del Domund, Infancia Misionera y Vocaciones Nativas sean más apoyadas y sostenidas por la sociedad española. Tenemos muchos retos que se han de abordar con valentía y audacia pues el mundo está hambriento de Dios y de solidaria fraternidad.

Por Iván de la Varga

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ZENIT Staff

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