CIUDAD DEL VATICANO, 7 abril 2003 (ZENIT.org).- En estos momentos de conflictos que caracterizan el escenario internacional, Juan Pablo II considera que el testimonio de reconciliación y solidaridad de los cristianos de todas las confesiones debe constituir un signo de esperanza.
Este es el mensaje que el Santo Padre dejó este lunes al encontrarse con una delegación ecuménica de católicos, greco-ortodoxos y anglicanos de la región de San Francisco (EE.UU.), a quienes acompañaba monseñor William Levada, arzobispo de San Francisco.
La peregrinación coincide con el 150 aniversario de la fundación de la archidiócesis de San Francisco.
«En una época de conflictos y grave desasosiego en el mundo rezo para que vuestro testimonio del mensaje evangélico de reconciliación, solidaridad y amor, constituya un signo de esperanza y de promesa de unidad de una humanidad renacida y renovada en la gracia de Cristo», afirmó el Papa.
Según el obispo de Roma, la peregrinación californiana constituye un «testimonio del compromiso para el crecimiento de la unidad cristiana mediante el diálogo sincero, la oración común y la cooperación fraterna al servicio del Evangelio».
