«El nuevo Misal Romano alienta un mayor sentido de lo sagrado»

El profesor McNamara explica las novedades de la tercera edición

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ROMA, 30 mayo 2002 (ZENIT.org).- El nuevo Misal Romano, presentado el pasado 22 de marzo para la celebración eucarística en latín, texto base para el resto de las traducciones, fomentará el sentido de lo sagrado, afirma un catedrático de liturgia.

El profesor Edward McNamara, profesor del Ateneo Pontificio «Regina Apostolorum» de Roma, explica en esta entrevista las novedades de la tercera edición típica del «Missale Romanum», aprobado por el Papa y preparado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

–A primera vista, lo que sorprende del nuevo Misal Romano es el tamaño.

–Profesor McNamara: Con un peso de casi tres kilos y un costo de unos 150 dólares es mucho mayor que los actuales misales vernáculos en uso. Pero este enorme tomo es mucho más que una hermosa muestra de las artes tipográficas, ya que sus características lo convierten en un ulterior paso hacia la culminación de la genuina renovación litúrgica propuesta por el Concilio Vaticano II, y un instrumento que fomenta la restauración de un mayor sentido de lo sagrado en la celebración de la santa eucaristía.

–¿Qué es lo que más le ha impresionado a usted?

–Profesor McNamara: Otra importante característica es que, a diferencia de las ediciones anteriores del Misal Romano, esta versión está claramente destinada a ser usada en la Misa con una asamblea. Las ediciones precedentes a veces daban la impresión de estar diseñadas más para el estudio que para un uso práctico, obligando a veces al celebrante a volver una página en medio de una oración o enviándole a un apéndice si deseaba usar una fórmula alternativa. El nuevo misal está muy bien diseñado, con una tipografía muy legible, y una distribución muy práctica de los textos de oración. Ofrece incluso los acentos, de manera que los sacerdotes, cuyo latín se ha quedado un poco oxidado, puedan leerlo en la misa sin grandes meteduras de pata fonéticas.

–¿Por qué es tan voluminoso?

–Profesor McNamara: Las características más importantes y nuevas de esta versión, y la principal causa de su gran tamaño, es la inclusión de abundantes partituras musicales para animar a cantar aquellas partes de la celebración en las que se recomienda el canto.

Estas melodías aparecen en todo el Ordinario de la Misa, incluyendo cinco diferentes entonaciones del Gloria, dos del Credo e incluso partituras para cantar las cuatro principales Plegarias eucarísticas.

Además, todas las principales fiestas incluyen el texto musical del prefacio. Con el fin de facilitar el canto de los principales textos musicales, las partituras están situadas en su lugares apropiados en el misal y no relegados a un apéndice.

El hecho de que este misal promueva y favorezca el canto, tanto del celebrante como de la congregación, muestra que la Iglesia considera que éste puede ser uno de los más importantes medios para restaurar el sentido de lo sagrado en la celebración.

Otras adiciones han sido la inclusión de diez celebraciones de santos que han sido añadidos al calendario de la Iglesia universal en los últimos veinte años, a las que el Santo Padre decidió hacer una ulterior contribución, justo antes de que el nuevo misal saliera a imprenta, con un apéndice de otras once celebraciones. En ocasiones se trata de santos recientemente canonizados como los mártires chinos o santa Josephine Bakhita, una ex esclava de Sudán.

Otras veces, como la Virgen de Fátima, son celebraciones especialmente significativas por la experiencia eclesial de persecuciones en el siglo veinte y tiene un lugar especial en la vida de Juan Pablo II. Otras celebraciones restauran antiguas celebraciones del misal de San Pío V como el Santo Nombre de Jesús, el Santo Nombre de María, y Santa Rita de Cascia.

Además se han añadido otras muchas oraciones nuevas, o tomadas de antiguos manuscritos romanos o recuperadas del Misal de Pío V, así como varias misas votivas en honor de la Virgen María y la nueva misa votiva de la Divina Misericordia. Dos misas para varias necesidades han sido igualmente recuperadas del misal de San Pío V, la misa «Ad petendam compunctionem
cordis» y la fórmula «ad postulandam continentiam».

–¿Cuál es el significado de estas celebraciones?

–Profesor McNamara: La sociedad actual tiene más necesidad que nunca de misericordia, compunción y continencia, y la inclusión de estos temas como fórmulas de la misa es un beneficio para los predicadores que las pueden usar en las homilías o retiros.

Los textos de oración del nuevo misal y la introducción general renovada, que da instrucciones precisas para la celebración, mejora y enriquece el actual conjunto de normas litúrgicas y merece un estudio detallado por parte de los sacerdotes.

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ZENIT Staff

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