El obispo de Hong Kong visita China continental tras 6 años de prohibición

Invitado por las autoridades municipales

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HONG KONG, martes, 4 mayo 2004 (ZENIT.org).- Monseñor Joseph Zen Ze-kiun, obispo de Hong Kong, viajó la semana pasada a Shanghai, su ciudad natal en China continental, donde tenía prohibido entrar desde 1998.

Así lo ha revelado este martes el diario de Hong Kong «South China Morning Post» especificando que el prelado se trasladó por tres días por invitación de las autoridades municipales y regresó a su diócesis el viernes pasado.

Durante su estancia, monseñor Zen tuvo oportunidad de encontrarse con el obispo del lugar, monseñor Aloysius Jin Luxian, y visitó el seminario de Shanghai, donde impartió clases durante años. También se acercó a la tumba de su cuñado junto a su hermana, de 80 años de edad.

Pekín no tiene relaciones diplomáticas con la Santa Sede y sólo permite a los católicos libertad de culto en el marco de estructuras controladas y registradas por el Estado.

Monseñor Zen, de 72 años, a menudo ha criticado la política religiosa y persecutoria de China hacia la Iglesia «clandestina» y la Iglesia «oficial» (controlada por el gobierno), así como la violencia de Pekín respecto a las demás religiones y el movimiento Falung Gong.

Por el momento, los cerca de 300 mil cristianos de Hong Kong pueden practicar libremente su credo de acuerdo con la autonomía prometida por la «Basic Law», un tipo de constitución en vigor en el territorio desde el fin de la dominación británica.

Pero China está influyendo cada vez más en el estilo de vida de Hong Kong, minando la libertad de expresión, la libertad de educación y las estructuras democráticas, recuerda «Asianews».

Monseñor Zen también ha sido crítico con China por el intento de aprobar la ley anti-subversión el año pasado en el territorio. Con la disposición se corría el riesgo de persecución de los católicos de Hong Kong por sus relaciones con los cristianos «clandestinos» en China. Una enorme presión popular llevó a la retirada del texto.

El bloqueo del desarrollo democrático en Hong Kong por parte de Pekín ha sido igualmente objeto de crítica por parte del prelado.

En Hong Kong al menos el 80% de la población pide elecciones directas del jefe del gobierno y el sufragio universal por elecciones parlamentarias. En las últimas semanas, Pekín ha establecido que cualquier cambio hacia la democracia deberá ser aprobado por el parlamento chino.

Según declaró monseñor Zen al «South China Morning Post», la invitación a visitar Shanghai representa un signo de apertura por parte del nuevo liderazgo del presidente Hu Jintao y del primer ministro Wen Jiabao.

«Aprecio mucho la sinceridad y la amistad que se me ha demostrado por las autoridades chinas –dijo– y espero que esto sea un primer paso hacia una mayor comunicación. Al menos existe aún confianza entre nosotros».

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ZENIT Staff

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