El obispo patriótico de Pekin ataca al Dalai Lama en la Cumbre del Milenio

Fiel al régimen, el prelado «católico» fue el líder de la delegación china

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NUEVA YORK, 31 agosto (ZENIT.org).- El gobierno comunista chino se ha
servido del obispo católico patriótico de Pekín — no reconoce la autoridad
del Papa–, monseñor Michael Fu Tieshan, para lanzar duros ataques contra
el Dalai Lama, en la cumbre de líderes religiosos, que se clausura hoy en
Nueva York.

El obispo Fu Tieshen, quien se encontraba en Nueva York como líder de la
delegación china, aunque no mencionó directamente el nombre del líder del
budismo tibetano dijo que «algunas personas buscan pisotear la soberanía de
otros países bajo el pretexto de proteger los derechos humanos religiosos».

El régimen chino había preparado a la opinión pública de su país antes de
la intervención del obispo patriótico a través de una campaña de prensa, en
la que se lanzaron duras críticas contra la presencia del Dalai Lama, en la
Cumbre del Milenio.

Según el «China Daily», el Dalai Lama, que vive en el exilio desde que huyó
del Tíbet en 1959, «no es un pacificador sino un agitador», y por lo tanto
resultaría «absolutamente inapropiado que fuera invitado o se permitiera su
asistencia» a la Cumbre del Milenio.

El rotativo publicaba también declaraciones del obispo Michael Fu Tieshan,
quien decía que el Dalai Lama ha estado implicado en actividades
«secesionistas» en Tíbet, donde «ha provocado revueltas», por lo que su
presencia en la cumbre del Milenio no era adecuada.

En un acto sin precedentes, católicos chinos han criticado de manera
llamativa al obispo Fu Tieshan, quien el pasado 6 de agosto ordenó a cuatro
sacerdotes (tres de la capital china y uno de Nanjing) (cf. Zenit,
ZS00081001). Catorce sacerdotes, a pesar de que habían sido invitados a
concelebrar, no quisieron participar en la ceremonia. Nada más entrar la
procesión con los candidatos al sacerdocio y con monseñor Fu Tieshan, una
parte de los fieles abandonó la iglesia. Pero los gestos de crítica por
parte del clero y fieles no terminaron aquí: los mismos candidatos al
sacerdocio pidieron que la ordenación no tuviera lugar en Natang, catedral
«oficial» de Pekín (sede de Fu Tieshan), sino en Beitang (catedral católica
antes de la llegada del comunismo).

Según informan fuentes de la agencia «Fides», «sacerdotes y fieles de la
Iglesia católica de Pekín están demostrando cada vez más claramente su
malestar ante el obispo patriótico Miguel Fu Tieshan, que, según ellos, se
encuentra en una posición muy poco clara de comunión con la Santa Sede».

Monseñor Fu había participado en la ordenación ilegal de cinco obispos el
pasado 6 de enero. El 24 de junio, el portavoz de la Santa Sede, Joaquín
Navarro-Valls, con motivo de otra ordenación episcopal ilegal, había
recordado en un comunicado oficial que «una ordenación episcopal conferida
sin el mandato apostólico representa una herida dolorosa a la comunión
eclesial y una grave violación de la disciplina canónica».

A pesar de que la ONU no invitó al Dalai Lama, la asamblea pudo podido
escuchar en la sede de las Naciones Unidas un mensaje del líder budista
leído por su representante en la Cumbre del Milenio por la Paz Mundial.

«Las religiones del mundo pueden contribuir a la paz mundial, si hay paz y
armonía creciente entre los diferentes credos», dice el mensaje del líder
budista. «Creo también que mientras que el siglo XX ha sido un siglo de
guerra y sufrimiento indecible, el siglo XXI debería ser de paz y diálogo».

«No puede haber paz mientras que agobie la pobreza, la injusticia social,
la desigualdad, la opresión, la degradación medioambiental, mientras que
los débiles y los pequeños sigan siendo pisoteados por los fuertes y
poderosos. Los espirituales del mundo y los líderes religiosos deben tratar
de estos temas reales y urgentes», añade.

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ZENIT Staff

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