CIUDAD DEL VATICANO, 9 julio 2003 (ZENIT.org).- En el año 2002 el Óbolo de San Pedro recogió casi 53 millones de dólares que Juan Pablo II ha destinado a intervenciones de caridad a favor de las comunidades eclesiales del tercer mundo y para ayudar a poblaciones flageladas por guerras o catástrofes naturales.
El informe del dinero que han enviado fieles católicos de todo al mundo para que el Papa pueda hacer su obra caritativa así como de su uso fue presentado este martes a la reunión del Consejo de Cardenales para el Estudio de los Problemas Organizativos y Económicos de la Santa Sede.
Participaron en el encuentro los cardenales Roger Michael Mahony (Los Ángeles), Camillo Ruini (Roma), Jean Claude Turcotte (Montreal), Ricardo Maria Carles Gordó (Barcelona), Ivan Dias (Bombay), Edward Michael Egan (Nueva York) y el patriarca latino de Jerusalén Michel Sabbah.
Según un comunicado emitido por la Santa Sede este miércoles, la cifra exacta recogida el año pasado fue de 52.836.693,50 dólares.
La cantidad, según explica la nota, procede de la colecta que se realiza en todas las diócesis del mundo con motivo de la solemnidad de los Santos Pedro y Pablo (29 de junio), así como de donaciones hechas por congregaciones e institutos religiosos, fundaciones, y ofertas espontáneas de fieles.
El comunicado del Consejo de cardenales ha querido subrayar que uno de los proyectos financiados por el Óbolo de San Pedro es el Instituto de Don Orione en el Monte Mario de Roma, que se destinará como casa de acogida gratuita a los peregrinos discapacitados.
Para garantizar este servicio, el Papa ha querido crear un fondo económico. El centro cuenta con 155 camas en habitaciones sin barreras arquitectónicas y dotadas de baños adaptados.
En el año 2002, las donaciones al Óbolo de San Pedro aumentaron, en comparación con el año precedente, en un 1,80%, según revela el comunicado.
«Los cardenales del Consejo han manifestado profunda gratitud a todos los que con su contribución, muchas veces fruto de fatigosas renuncias y ahorros, han querido responder con el Santo Padre al grito de ayuda de quienes se encuentran en la pobreza y la necesidad», concluye el comunicado.
En la misma reunión se informó que el balance económico de la Santa Sede del año 2002 registró un déficit de 13.506.722 euros (unos 15.297.000 dólares). Por su parte, la Ciudad del Vaticano (la administración del pequeño Estado con sus instituciones) experimentó un déficit de 16.048.508 de euros (18.165.306 dólares).
Estos datos serán presentados en detalle a la prensa este jueves por el cardenal Sergio Sebastiani, presidente de la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede.
