CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 31 marzo 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II deseó este miércoles, al concluir la audiencia general, que el deporte favorezca la auténtica «fraternidad».
Al final de su encuentro con 14.000 peregrinos en la plaza de San Pedro, el Papa saludó a los representantes del equipo ciclista profesional «Amor y vida» y a los participantes en una expedición de carácter alpino y científico, «K2-2004».
«A todos os deseo que seáis cada vez más concientes del papel que el deporte puede desempeñar, favoreciendo relaciones de auténtica fraternidad y de unión», afirmó el Santo Padre.
Entre los presentes, se encontraba el ciclista español Jesús Manzano, quien ha denunciado en las últimas semanas la presencia del dopaje en el ciclismo. Tras su denuncia, al ser expulsado de su equipo, ha sido fichado por «Amor y Vida».
Este equipo ciclista profesional busca con su actividad y testimonio dar un mensaje de respeto a la vida en todas las fases de su existencia y contra el dopaje.