El Papa advierte: 'El problema no es el dinero, sino las personas'

En su ví­deo-mensaje al Festival de la Doctrina Social de la Iglesia en Verona, el Santo Padre invita a tener iniciativa para crear desarrollo

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El papa Francisco ha advertido sobre el riesgo de la indiferencia, que nos puede hacer ciegos, sordos y mudos. Lo ha hecho en un vídeo-mensaje a la IV edición del Festival de la Doctrina Social de la Iglesia, que se celebra en Verona del 20 al 23 de noviembre y que reflexiona sobre el tema «Mas allá de los lugares dentro del tiempo».

Sobre este tema del Festival, el Papa hace algunas reflexiones en el vídeo. En primer lugar señala que la situación de crisis social y económica en la que nos encontramos puede «asustar, desorientar, o hacernos pensar que la situación es tan difícil que no podemos hacer nada al respecto». Por eso, «la gran tentación es pararse a curar las propias heridas y encontrar una excusa para no escuchar el grito de los pobres y el sufrimiento de aquellos que han perdido la dignidad de traer a casa el pan porque se han quedado sin trabajo». De este modo, indica que los que sólo buscan sanar sus heridas, terminan maquillándose. Por esta razón, Francisco advierte que «el riesgo es que la indiferencia nos haga ciegos, sordos y mudos, presentes sólo en nosotros mismos, frente al espejo, y que todo lo que sucede nos sea extraño». Había alguien así, se llamaba Narciso, y este ejemplo no funciona, afirma el Papa.

En su mensaje, el Pontífice recuerda que «estamos llamados a ir más allá y abordar las necesidades reales». Por eso, «es urgente abandonar los lugares comunes, que se consideran seguros y garantizados, para liberar las muchas energías escondidas y no conocidas que están presentes y trabajan muy concretamente». Ir más allá, asegura el Papa, quiere decir «agrandar y no restringir, crear espacio y no limitarse a su control». Y para ir más allá hay que tomar la iniciativa.

Por otro lado, el Francisco asegura que «también hoy en el ámbito económico es urgente tomar esa iniciativa, porque el sistema tiende a homologar todo y el dinero se vuelve el dueño. El sistema te lleva a esta globalización que no es buena, que homologa todo.» ¿Y quién es el dueño de esta homologación?, se pregunta. A lo que responde: «El dinero». Tomar la iniciativa en estas áreas -explica el Santo Padre- es tener el valor de no dejarse atrapar por el dinero y por los resultados a corto plazo que te convierten en esclavo.

Señalando que hoy se dice que muchas cosas no se pueden hacer «porque falta dinero» pero siempre hay dinero para hacer otras cosas, «comprar armas», «hacer la guerra», «operaciones financieras sin escrúpulos»; el Papa advierte que «el verdadero problema no es el dinero, sino las personas».

Al respecto, explica que «el dinero por sí solo no crea desarrollo, para crear desarrollo son necesarias personas que tengan la valentía de tomar la iniciativa».

Y tomar la iniciativa -matiza en su discurso el Santo Padre- significa desarrollar una empresa capaz de innovación no sólo tecnológica; se deben renovar también las relaciones de trabajo experimentando nuevas formas de participación y responsabilidad de los trabajadores, inventando nuevas formas de acceder al mundo del trabajo, creando una relación solidaria entre la empresa y el territorio.

A este punto, el Pontífice pone el ejemplo del padre de un niño con síndrome de down que se inventó una cooperativa constituida por chicos con síndrome de down, «estudió un trabajo apto para ello, hizo un acuerdo con una empresa para la venta de sus productos…». Esto es un ejemplo de ir más allá, «moverse significa crear nuevos procesos».

Tomar la iniciativa- asegura- significa también considerar el amor como la verdad fuerza para el cambio. Facilitar la expresión y el crecimiento de los talentos es lo que estamos llamados a hacer y para hacer eso es necesario abrir espacios, explica el Papa. Por eso, «liberar los talentos es el comienzo del cambio». Y hablando de talentos, el Santo Padre observa que el tema atañe sobre todo a los jóvenes. «Si queremos ir más lejos tenemos que invertir decididamente en ellos y darles mucha confianza».

Finalmente, para concluir el vídeo-mensaje, el Pontífice afirma que «ir más allá de los lugares no es el resultado de la casualidad individual, sino de compartir un único fin: la historia es un camino hacia la realización. Si nos movemos como un pueblo, si vamos juntos hacia adelante, nuestra existencia pondrá en evidencia este significado y esta plenitud».

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Staff Reporter

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