El Papa afirma que el ecumenismo es un signo para un mundo “dividido”

Anima a ortodoxos y católicos a proseguir con el diálogo

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CIUDAD DEL VATICANO, viernes 30 de enero de 2009 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI afirmó este viernes, al recibir en audiencia a los miembros de la Comisión Mixta Internacional para el Diálogo Teológico entre la Iglesia católica y las Iglesias Orientales Ortodoxas, que la unión del Cuerpo de Cristo es una «dimensión esencial» de la Iglesia y de su misión ante el mundo.

El Papa se dirigió en inglés, en un breve discurso, a los miembros de esta Comisión, que acaban de concluir su sexta reunión, y les animó a seguir buscando » la reconciliación y la comunión en el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia».

La unión entre los cristianos no es una cuestión secundaria, sino una «dimensión esencial», por la que «tenemos el deber de trabajar», explicó el Papa.

«El mundo necesita un signo visible del misterio de la unidad que existe entre las tres divinas Personas y que, hace dos mil años, con la Encarnación del Hijo de Dios, se nos ha revelado».

«Sólo necesitamos volver la mirada al Oriente Medio -de donde muchos de vosotros procedéis- para ver que se necesitan con urgencia semillas de esperanza en un mundo herido por la tragedia de la división, el conflicto y el inmenso sufrimiento humano», añadió.

En estos momentos en es muy necesario «reforzar el testimonio unido de los Cristianos ante los enormes desafíos que deben afrontar los creyentes hoy», afirmó el Papa, contribuyendo cada uno «no sólo con la riqueza de su propia tradición, sino también con el compromiso de las Iglesias implicadas en este diálogo para superar las divisiones del pasado».

Este encuentro, constató, «ha dado importantes pasos precisamente en el estudio de la Iglesia como comunión».

Por otro lado, «el propio hecho de que el diálogo haya continuado en el tiempo y que cada año sea acogido por una de las diversas Iglesias a las que representáis es en sí mismo un signo de esperanza y de ánimo», añadió el pontífice.

Por último, quiso recordar la celebración de conclusión, hace unos días, de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, en la Basílica de san Pablo Extramuros, en la que estuvieron presentes muchos miembros de la Comisión.

«Pablo fue el primer gran campeón y teólogo de la unidad de la Iglesia. Sus esfuerzos y luchas estaban inspiradas por la permanente aspiración de mantener una visible, no meramente externa, sino real y plena comunión entre los discípulos del Señor», concluyó.

[Por Inma Álvarez]

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ZENIT Staff

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