El Papa afirma que la participación de los seglares cristianos en política es “clave”

En su discurso a los obispos de Paraguay en visita “ad limina”

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CASTEL GANDOLFO, jueves 11 de septiembre de 2008 (ZENIT.org).- El papel de los laicos en el orden temporal, y especialmente en política, es «clave» para la evangelización de la sociedad, explicó hoy el Papa a los obispos de Paraguay, en Roma desde el pasado día 8 para la visita «ad limina».

Los prelados, encabezados por el presidente de la Conferencia Episcopal, el obispo de Encarnación monseñor Ignacio Gogorza, se reunieron esta mañana con el papa en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo.

En su discurso, el Papa explicó que la vocación específica de los laicos «consiste en impregnar de espíritu cristiano el orden temporal y transformarlo según el designio divino», y que «un aspecto significativo de su misión» es «el ejercicio de la política».

Por ello, es necesario «alentarles a que vivan con responsabilidad y dedicación esta importante dimensión de la caridad social», para promover «la justicia, la honradez, la defensa de los verdaderos y auténticos valores, como la salvaguarda de la vida humana, del matrimonio y de la familia».

De esa manera, añadió, «contribuyen al verdadero bien humano y espiritual de toda la sociedad».

Nueva evangelización

El Papa admitió que los retos de los cristianos en Paraguay » son realmente grandes y complejos», especialmente por la existencia de «un ambiente cultural que intenta marginar a Dios de las personas y de la sociedad, o que lo considera como un obstáculo para alcanzar la propia felicidad».

Frente a esto, es urgente, afirmó, «un vasto esfuerzo misionero que, poniendo a Jesucristo en el centro de toda acción pastoral, dé a conocer a todos la belleza y la verdad de su vida y de su mensaje de salvación».

«Los hombres tienen necesidad de ese encuentro personal con el Señor que les abra las puertas a una existencia iluminada por la gracia y el amor de Dios», añadió el Papa.

Para lograrlo es necesaria, advirtió, «la presencia de testimonios veraces de auténtica vida cristiana», así como «la santidad de los pastores».

El Papa invitó a los obispos, en este sentido, a reforzar la comunión interna y la «unión con la sede de Pedro», así como a cuidar especialmente de las vocaciones sacerdotales.

Los sacerdotes, «movidos por un hondo sentido de amor y obediencia a la Iglesia», deben «trabajar sin descanso ofreciendo a todos el único alimento que puede saciar la sed de plenitud del hombre, Jesucristo nuestro Salvador».

«Al mismo tiempo, la alegría, la convicción y la fidelidad con que los presbíteros viven cada día su vocación suscitará en muchos jóvenes el deseo de seguir a Cristo en el sacerdocio, respondiendo con generosidad a su llamado», añadió.

Por último, invitó a los religiosos «a seguir siendo testimonios de vida auténticamente evangélica a través de sus votos de castidad, pobreza y obediencia».

Por Inma Álvarez

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ZENIT Staff

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