CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 14 septiembre 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI saludó este miércoles a un grupo de exorcistas y les alentó en su «importante» ministerio.
Al final de la audiencia general, en la que participaron unas veinte mil personas, el Santo Padre dirigió unas palabras a «los participantes en el congreso nacional de los exorcistas italianos y les aliento a continuar en su importante ministerio al servicio de la Iglesia, apoyados por la atención velante de sus obispos y por la incesante oración de la comunidad cristiana».
Los exorcistas italianos constituyen la mayor parte de los miembros de la Asociación Internacional de Exorcistas.
El saludo del Papa tiene lugar poco antes de que comience –el 13 de octubre al 9 de febrero– el segundo curso sobre «Exorcismo y oración de liberación» impartido por el Ateneo Pontificio «Regina Apostolorum» junto al Grupo de Investigación e Información Sociorreligiosa (GRIS) para sacerdotes de todo el mundo.
Según la disciplina eclesial, el exorcista es un obispo o un sacerdote designado por aquél, que por mandato de Jesucristo y en el nombre de Dios hace una oración para la liberación de una persona poseída por Satanás o de la influencia demoníaca.
