CIUDAD DEL VATICANO, lunes 26 de abril de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI dirigió este domingo un “especial saludo” a la Asociación Meter, comprometida en defender a los niños de la violencia.
En las palabras que pronunció tras la oración mariana del Regina Caeli junto a miles de fieles y peregrinos llegados para la ocasión a la plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa recordó que la Asociación “desde hace 14 años promueve la Jornada nacional para los niños víctimas de la violencia, de la explotación y de la indiferencia”.
La 14ª edición de la Jornada para los niños víctimas de la violencia se celebra esta semana (del 26 de abril al 2 de mayo) con iniciativas a favor de los niños en peligro.
“En esta ocasión, quiero sobre todo agradecer y alentar a todos los que se dedican a la prevención y a la educación”, afirmó el Pontífice.
En particular, citó a “los padres, los profesores y tantos sacerdotes, hermanas, catequistas y animadores que trabajan con los niños en las parroquias, en las escuelas y en las asociaciones”.
Don Fortunato Di Noto, fundador de la Asociación Meter (www.associazionemeter.org), afirmó: “El Papa es un padre para mí, pero para los niños del mundo es seguramente un abuelo bueno y afectuoso al que todos miramos con confianza y esperanza”.
“Que haya recordado y saludado, de manera especial, hoy el inicio de la Jornada y haya puesto el acento en la educación de los niños confirma –si es que todavía había necesidad de ello- la atención que este Pontífice ha puesto en los niños y renueva un compromiso permanente, con los pequeños, que Cristo mismo ha confiado a la Iglesia”.
“Gracias, Santo Padre”, añadió el sacerdote, como se lee en un comunicado de la asociación.
En los últimos días, se envió a Benedicto XVI una carta abierta de apoyo firmada por sesenta niños de las escuelas de educación primaria de Avatola (Siracusa), ciudad de la sede nacional de Meter.
Por su parte, monseñor Antonio Staglianò, obispo de Noto, declaró durante la Misa celebrada en Avola en la parroquia de la Virgen del Carmen que “Dios nos ha hecho para amar y no para deshumanizar a la persona”.
También dijo que “el mal es la expresión más odiosa cuando se perpetra sobre niños”.
“Comprometámonos todos en nuestras comunidades donde se puede vivir y experimentar el amor de Dios, un amor que pide conversión, un amor que es capaz de perdonar y de renovar a la persona”, exhortó, al seguir en directo por televisión el Regina Caeli del Papa en el Vaticano.
