El Papa despliega una actividad sin precedentes de paz para Oriente Medio

Sus colaboradores han expuesto la posición de la Iglesia a los gobiernos

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

CIUDAD DEL VATICANO, 7 abril 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II y sus colaboradores han realizado esta semana una actividad diplomática sin precedentes para tratar de restablecer la paz en Tierra Santa.

Fue el mismo obispo de Roma quien anunció este compromiso el 1 de abril, antes de rezar con los peregrinos el Regina Caeli.

Comentando las noticias de violencia que procedían desde Belén, afirmó: «El Papa, con gran aprensión y dolor, está cerca de estos hermanos y hermanas nuestros, como lo está también la Iglesia entera, que reza y trabaja para que se ponga fin cuanto antes a un calvario tan doloroso».

El 2 de abril, Joaquín Navarro-Valls, portavoz de la Santa Sede, en un comunicado de prensa revelaba que el pontífice «ha dado indicaciones al nuncio apostólico en Israel y delegado apostólico en Jerusalén [el arzobispo Pietro Sambi] para que tome las iniciativas diplomáticas oportunas».

El mismo 2 de abril, según confirmaría después el director de la Oficina de Información vaticana, el arzobispo Jean- Louis Tauran, secretario para las Relaciones con los Estados, convocó a Yosef Neville Lamdan, embajador de Israel ante el Vaticano, y el 3 de abril a R. James Nicholson, embajador de Estados Unidos.

Ese mismo día, monseñor Celestino Migliore, subsecretario para las Relaciones con los Estados, recibía a Mohamad Ali Mohamad, director de la Oficina de Representación de la Liga de los Estados Árabes ante la Santa Sede.

A los tres embajadores, según explicó Navarro-Valls, la Santa Sede expuso su posición ante el conflicto con cinco puntos, que fueron citados textualmente en un comunicado de prensa:

«1. Condena inequívoca del terrorismo, cualquiera que sea su procedencia.
2. Reprobación de la condición de injusticia y de humillación impuesta al pueblo palestino, como también de las represalias y retorsiones, que no hacen más que acrecentar el sentido de frustración y de odio.
3. Respeto por parte de todos de las resoluciones de las Naciones Unidas.
4. Proporción en el empleo de los medios de defensa legítimos.
5. Deber por las partes en conflicto de tutelar los Santos Lugares, muy significativos para las tres religiones monoteístas y patrimonio de toda la humanidad».

La Santa Sede ha revelado que en estos días pasados el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado y el substituto, arzobispo Leonardo Sandri, «han estado en estrecho contacto con el patriarcado latino de Jerusalén y con las comunidades religiosas de Belén, transmitiéndoles toda la solidaridad del Santo Padre en este momento doloroso».

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación