El Papa en Sta. Marta: 'Recordar el primer encuentro con Jesús'

En la homilía de este viernes el Santo Padre indica que la memoria y la esperanza son necesarias para no ser tibio

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<p>Un cristiano tiene que custodiar la «memoria» de su primer encuentro con Cristo y la «esperanza” en Él. Esto lo llevará a actuar en la vida con el «coraje» de la fe. Este fue el pensamiento central del papa Francisco en su homilía de este viernes en la misa que celebró en la capilla de la residencia Santa Marta.

El Papa toma la idea de la frase inicial de la carta a los Hebreos, en el que el autor invita a todos a evocar «la memoria de aquellos primeros días,» cuando recibieron «la luz de Cristo.»

En particular, «el día del encuentro con Jesús» no tiene que ser nunca olvidado, porque es el día de «una gran alegría». Y además de la memoria, tampoco hay que perder «el coraje de los primeros tiempos» y «entusiasmo», la «franqueza» que nacen del recuerdo del primer amor:

«La memoria es muy importante para recordar la gracia recibida, porque si expulsamos este entusiasmo que viene del recuerdo del primer amor, los cristianos nos exponemos a un peligro muy grande: la tibieza”.

“Los cristianos «tibios», están ahí, sí, son cristianos, pero perdieron la memoria del primer amor. Y sí, perdieron el entusiasmo. También perdieron la paciencia para «tolerar» las dificultades de la vida con el espíritu de amor de Jesús».

Los dos imágenes de los cristianos tibios, indica Francisco, son la evocada por Pedro: «Perro que vuelve a su vómito»; y otra de Jesús: las personas que deciden seguir el Evangelio, expulsaron al demonio, pero cuando éste regresa le abren puerta. Así el diablo «toma posesión de la casa» inicialmente limpia y hermosa”.

«El cristiano -prosiguió el Papa- tiene estos dos parámetros: la memoria y la esperanza. La memoria para no perder la experiencia del primer amor tan hermoso, y que da esperanza”.

Y si bien, recuerda el Santo Padre, “muchas veces la esperanza no queda clara, va adelante porque sabe que la esperanza en Jesús no desilusiona”.

Estos dos parámetros justamente son el marco «para que la pequeña semilla de mostaza crezca y de su fruto».

Y concluyó pidiendo oraciones por estos cristianos que “fracasaron en este camino hacia Jesús”, porque “perdieron la memoria del primer amor y no tienen esperanza”. Y rezar “para cuidar este regalo, el don de la salvación”.

(Texto de la Radio Vaticano traducido y adaptado por ZENIT).

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ZENIT Staff

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