El Papa envía al cardenal Etchegaray a Bagdad

Para pedirle colaboración internacional «efectiva»

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CIUDAD DEL VATICANO, 9 febrero 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II enviará este lunes a uno de sus cercanos colaboradores a Bagdad con el objetivo de pedir a Irak una colaboración internacional «efectiva», según confirmó este domingo un comunicado oficial de la Sala de Prensa de la Santa Sede.

En el texto, Joaquín Navarro-Valls, portavoz vaticano, revela que el enviado pontificio será el cardenal Roger Etchegaray, de 80 años, presidente emérito del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz

El purpurado ya ha realizado en el pasado, a petición del pontífice, delicadas misiones, como la última, a Jerusalén, en mayo pasado, con motivo de la ocupación-asedio a los que fue sometido de la Basílica de la Natividad en Belén.

«El objetivo de la misión pontificia consiste en demostrar a todos la solicitud del Santo Padre a favor de la paz y en ayudar después a las autoridades iraquíes a hacer una seria reflexión sobre el deber de una efectiva cooperación internacional, basada en la justicia y en el derecho internacional, con el objetivo de asegurar a esas poblaciones el bien supremo de la paz», aclara la nota vaticana.

El cardenal Etchegaray será acompañado en su misión por el monseñor Franco Coppola, sacerdote que trabaja en la Secretaría de Estado del Vaticano, según explica la Santa Sede.

Juan Pablo II recibirá el 14 de febrero en el Vaticano al viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, católico de rito caldeo.

Según fuentes de prensa italianas no confirmadas oficialmente, el Papa debería recibir además en el Vaticano el 18 de febrero al secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan.

Antes de rezar la oración mariana del «Angelus» a mediodía de este domingo, Juan Pablo II pidió oraciones para implorar el gran don de la paz.

Este sábado, en un encuentro con miembros de la Comunidad de San Egidio, el pontífice afirmó que «es necesario multiplicar los esfuerzos. No hay que resignarse, como si la guerra fuera inevitable».

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ZENIT Staff

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