El Papa envía bendiciones a los nuevos sacerdotes de ordinariato

El arzobispo Nichols considera crucial la función del Pontífice en la unidad

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LONDRES, lunes 17 de enero de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha enviado sus bendiciones a los tres ex-obispos anglicanos que fueron ordenados como los primeros sacerdotes católicos del nuevo ordinariato personal de Nuestra Señora de Walsingham.

Los padres Keith Newton, Andrew Burnham y John Broadhurst fueron ordenados sacerdotes católicos este sábado en la catedral de Westminster para el recientemente erigido ordinariato de Inglaterra y Gales. El padre Newton fue nombrado por el Papa primer ordinario para dirigir la comunidad.

Este ordinariato, erigido por la Santa Sede el sábado, se estipuló en la Anglicanorum coetibus para aquellos grupos de clérigos y fieles anglicanos que han expresado su deseo de entrar en la plena comunión con la Iglesia católica.

En un mensaje leído el sábado durante la ceremonia de ordenación, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal William Levada, comunicó que el Pontífice “me pidió que os transmita que imparte cordialmente su bendición apostólica a los ordenandi Andrew Burnham, John Broadhurst y Keith Newton, así como a sus esposas y miembros de su familia y a todos los demás participantes en este solemne rito”.

El cardenal afirmó que era “una ocasión de gran alegría tanto para ellos como para la Iglesia en general”. Los tres nuevos sacerdotes ordenados están casados y tienen hijos.

En un comunicado sobre la creación del nuevo ordinariato, la Santa Sede explicó que “por razones doctrinales la Iglesia no permite, bajo ninguna circunstancia, la ordenación de hombres casados como obispos”.

“Sin embargo -añade-, la constitución apostólica [Anglicanorum coetibus] prevé, bajo ciertas condiciones, la ordenación como sacerdotes católicos de clérigos ex-anglicanos casados”

Grupos de anglicanos

El comunicado señala que esos tres clérigos “se encargarán de la preparación catequética de los primeros grupos de anglicanos de Inglaterra y Gales que sean recibidos en la Iglesia católica junto a sus pastores en Pascua”.

También “acompañan la preparación del clero para la ordenación al sacerdocio católico en torno a Pentecostés”.

El cardenal Levada afirmó: “Rezo para que Dios les bendiga en abundancia, y también por los demás clérigos y fieles que se están preparando para unirse a ellos en plena comunión con la Iglesia católica”.

“En medio de la incertidumbre que todo periodo de transición conlleva inevitablemente, quiero aseguraros toda nuestra admiración por vosotros y nuestra oración solidaria”.

Indicó que el establecimiento del nuevo ordinariato “marca un momento único e histórico en la vida de la comunidad católica de este país”.

Y expresó su esperanza en que “traiga grandes bendiciones no sólo a los directamente implicados en él, sino a toda la Iglesia”.

Un nuevo paso

En su homilía durante la misa de ordenación, el arzobispo Vincent Nichols de Westminster destacó: “Hoy es una oportunidad única que marca un nuevo paso en la vida e historia de la Iglesia católica”

“Agradezco mucho a la Iglesia de Inglaterra que ha reconocido vuestra sinceridad e integridad al realizar este viaje y os ha asegurado sus oraciones y buenos deseos” dijo el prelado.

“El primero de ellos -afirmó- es Rowan, arzobispo de Canterbury, con su visión característica y su generosidad de corazón y de espíritu”.

“Hoy damos las gracias por el valiente liderazgo del Santo Padre al establecer el primer ordinariato personal”, declaró el arzobispo.

“Sus intenciones son claras -continuó-. Es, como él dijo, un ‘gesto profético’”.

“Se trata de contribuir al objetivo más amplio de la unidad visible entre nuestras dos Iglesias ayudándonos a conocer en la práctica cómo nuestros patrimonios de fe y vida pueden fortalecernos mutuamente en nuestra misión actual”.

“La búsqueda de la unidad visible de la Iglesia permanece como un imperativo”, dijo el prelado. “En ella, la función del sucesor de san Pedro es crucial”, indicó.

Y continuó: “El ministerio del Papa con la unidad visible de la Iglesia es fundamental para la fe de la Iglesia católica”.

“Es fundamental para la fe de los que entran en la plena comunión en este ordinariato -añadió-. Es fundamental para la bienvenida, aliento y apoyo que la comunidad católica de Inglaterra y Gales proporciona a su desarrollo y a todos los que buscan formar parte de ella”.

El arzobispo Nichols destacó “la tarea del sacerdote ordenado: pronunciar con confianza el perdón de Dios y llevar la paz a un alma agitada y a un mundo agitado”.

“Nuestra misión está caracterizada por la herida: una misión para un mundo herido; una misión confiada a una Iglesia herida, cargada por discípulos heridos”.

“Las heridas del pecado son nuestra tarea -concluyó el arzobispo-. Las heridas de Cristo, incluso las que le hemos causado nosotros, son también nuestro consuelo y fortaleza”.

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ZENIT Staff

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