El Papa exige acabar con la violencia en Bolivia

Policías sublevados se enfrentaron contra el Ejército

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CIUDAD DEL VATICANO, 13 febrero 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha pedido a las autoridades y a la población de Bolivia que detengan la oleada de violencia que este miércoles se cobró por lo menos 16 muertos y unos 80 heridos.

En un telegrama enviado este jueves al cardenal Julio Terrazas Sandoval, arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, el Santo Padre confiesa que está «profundamente preocupado» por la crisis que atraviesa el país y pide comprometerse «con todos los medios pacíficos» a favor de una solución justa de la crítica situación económica.

El mensaje pontificio, enviado por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, confía a la intercesión de la Virgen de Copacabana «el futuro de los bolivianos» e invita «a crear un clima de convivencia serena» capaz de promover la negociación social en un clima de diálogo fecundo y sincero.

De este modo, concluye, se podrá lugar la reconciliación y crear «confianza entre todas las partes interesadas».

Los graves disturbios, protagonizados entre policías amotinados y militares leales al gobierno, comenzaron después de que el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada aprobara una nueva escala tributaria que pretendía gravar los salarios de los trabajadores en un 12,5%.

El gobierno de Bolivia y la policía, amotinada en demanda de mejores retribuciones, suscribieron este jueves un acuerdo de «pacificación y restitución del estado de derecho».

El convenio establece un total de 19 puntos, entre ellos el pago de una indemnización de 10.000 dólares a las familias de los policías caídos en la sangrienta refriega con el Ejército y el pago de bonos extraordinarios para la totalidad del efectivo policial, unos 15.000 en todo el país.

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ZENIT Staff

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