En un mensaje del que dio lectura el nuncio apostólico en el país africano -el arzobispo Alain Paul Lebeaupin-, el Santo Padre agradece además la paciencia de los fieles –apunta el servicio católico de información para África (CISA)-, pues la sede episcopal está aún vacante desde que el obispo Bonface Lele fue trasladado –la víspera del fallecimiento de Juan Pablo II- a la archidiócesis de Mombasa.
La celebración culminante de estas bodas de oro tuvo lugar el domingo 22 de octubre, en la catedral de Nuestra Señora de África.
El representante papal, el arzobispo Raphael Ndingi Mwana’a Nzeki de Nairobi, el arzobispo Lele y los obispos Martin Kivuva y Salesius Mugambi –de Machakos y Meru- concelebraron la Eucaristía de aniversario.
La Prefectura Apostólica de Kitui fue erigida el 20 de febrero de 1956.
La región se caracteriza por prolongadas sequías; entre su población se registran grandes carencias.
El inicio de la evangelización en la zona se remonta a 1939, gracias a la labor de los Misioneros del Espíritu Santo –o Espiritanos-, a quienes posteriormente se unieron los Misioneros de la Consolata.
A su creación, la Prefectura Apostólica de Kitui fue confiada a la Sociedad Misionera de San Patricio.
Se convirtió en diócesis de pleno derecho el 16 de noviembre de 1963; su primer obispo fue el que había sido su prefecto, monseñor William Dunne.
Éste, a la edad de 75 años, renunció al gobierno pastoral de la circunscripción eclesiástica y fue sucedido por monseñor Lele.
Actualmente cuenta con unos 150 mil católicos a quienes atienden 63 sacerdotes en 24 parroquias. La cifra de catequistas en Kitui asciende a 42. En el territorio hay nueve congregaciones religiosas femeninas y dos masculinas.
Con una de las tasas más elevadas de Sida de todo Kenia, Kitui ha respondido a la epidemia con uno de los programas de atención en el hogar más exitosos del país.
Explica Fr. Paul Healy SPS –administrador diocesano- que el programa involucra a cerca de 1.500 huérfanos del Sida y a sus 1.300 cuidadores. Igualmente se brinda apoyo a 150 personas que atienden a personas que viven con la enfermedad.
Y el «St. John Eudes Rehabilitation Centre» ayuda a niños de la calle.
Además, la Iglesia local tiene en marcha programas para mujeres, quienes, de acuerdo con Fr. Healey, integran dos tercios de la población pobre de la zona.
Igualmente la diócesis trabaja estrechamente con el gobierno y agencias de ayuda en la lucha contra el hambre. «Sólo en el distrito de Kitui estamos alimentando a más de 168 mil personas», confirma Fr. Healy.
Y el programa diocesano de agua, puesto en marcha en los años ‘80, llega a más de 1.200 comunidades.
«Trabajar con el pueblo de Kitui para construir un futuro mejor» es el lema que impulsa la labor de la diócesis.
