CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 4 junio 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha lanzado un llamamiento a evangelizar la cultura estadounidense, presentando el cristianismo ante todo como un encuentro con Cristo, y no como una mera institución.
Fue la consigna que el Santo Padre dejó este viernes a los obispos de Colorado, Wyoming, Utah, Arizona, New Mexico y del occidente Texas al concluir su quinquenal visita «ad limina apostolorum».
La misión de la Iglesia «consiste en transmitir el contenido de la fe a las diferentes culturas permitiendo que las personas sean transformadas por el poder del Evangelio que penetra su manera de pensar, sus categorías de juicio, y sus normas de comportamiento», reconoció.
Según aclaró «la separación entre Evangelio y cultura es sin duda el drama de nuestro tiempo», dijo citando al Papa Pablo VI en la exhortación apostólica «Evangelii Nuntiandi».
En definitiva, esta realidad se «manifiesta hoy como una crisis de sentido», añadió el Papa Karol Wojtyla.
«Posturas morales ambiguas, la distorsión de la razón por intereses particulares de grupo y la absolutización de lo subjetivo, son sólo algunos ejemplos de una perspectiva de vida que no persigue la verdad y abandona la búsqueda del objetivo y el sentido último de la existencia humana», reconoció.
«Hoy algunos consideran que el cristianismo está sobrecargado de estructuras y no responde a las necesidades espirituales de las personas», añadió continuando su análisis.
«Sin embargo, lejos de ser algo meramente institucional, el centro vivo de vuestra predicación del Evangelio es el encuentro mismo con nuestro Señor», indicó a los obispos.
«Está claro, por tanto, que todas vuestras actividades deben encaminarse a la proclamación de Cristo», concluyó.
