El Papa impulsa la "Misión para Venezuela"

Palabras de esperanza a los obispos del país

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

CIUDAD DEL VATICANO, lunes 8 de junio de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI animó a los obispos de Venezuela a promover una buena formación doctrinal y una profunda vida de fe y oración, dando un impulso decisivo a la «Misión para Venezuela». 

Lo hizo en el discurso que les dirigió este lunes al recibirles en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano, con ocasión de su visita ad limina, según un comunicado de la Oficina de Información de la Santa Sede emitido hoy. 

Benedicto XVI animó a los obispos de Venezuela a «a incrementar las iniciativas para dar a conocer en toda su integridad y hermosura la figura y el mensaje de Jesucristo». 

«Para ello -señaló-, además de una buena formación doctrinal de todo el Pueblo de Dios, es importante fomentar una profunda vida de fe y oración». 

«En la liturgia y en el diálogo íntimo de la plegaria personal o comunitaria, el Resucitado viene a nuestro encuentro, transformando nuestro corazón con su presencia amorosa», añadió. 

El Santo Padre reconoció los «retos de los obispos de Venezuela, cada vez más abundantes y difíciles, viéndose además en los últimos tiempos incrementados por una grave crisis económica mundial». 

Pero «el momento actual ofrece también numerosos y verdaderos motivos de esperanza, de esa esperanza capaz de llenar los corazones de todos los hombres, y que «sólo puede ser Dios», añadió citando un fragmento de su encíclica Spe salvi

Ante la «Misión para Venezuela» iniciada en el país en línea con la Misión Continental promovida por la Conferencia de Aparecida, Benedicto XVI afirmó que «también éstos son tiempos de gracia», e invitó a confiar en el Señor. 

Por otra parte, el Papa recordó la «necesidad de la vida espiritual de los obispos», cuyo «ministerio pastoral ha de ser un reflejo coherente de Jesús». 

También consideró que «para llevar a cabo una fructífera acción pastoral es indispensable la estrecha comunión afectiva y efectiva entre los pastores del Pueblo de Dios». 

Y señaló también la importancia de llevar a cabo «una esmerada y competente selección y formación» en los seminarios diocesanos y la necesidad de «un laicado maduro» que conozca adecuadamente la doctrina social de la Iglesia.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación