CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 6 mayo 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha propuesto en este mes de mayo a los creyentes que regresen a la fe de la Iglesia de los orígenes para que, unidos a María, se conviertan en testigos de Cristo resucitado.
El Papa lanzó su propuesta al rezar este domingo a mediodía, desde la ventana de su estudio, la oración mariana del «Regina Caeli», junto a miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.
El Santo Padre recordó que para muchas comunidades cristianas mayo «es el mes mariano por excelencia», «una de las devociones más amadas por el pueblo» y «siempre ha sido valorado por los pastores como una oportunidad propicia para la predicación, la catequesis y la oración comunitaria».
El mes de mayo, aseguró, «es sumamente propicio para presentar a María como Madre que acompaña a la comunidad de los discípulos reunidos en oración con un mismo espíritu, en espera del Espíritu Santo».
«Este mes, por tanto, puede ser la oportunidad para regresar a la fe de la Iglesia de los orígenes y, en unión con María, comprender que también hoy nuestra misión consiste en anunciar y testimoniar con valentía y alegría a Cristo crucificado y resucitado, esperanza de la humanidad», afirmó.
Precisamente al anuncio de Cristo por parte de los primeros cristianos Benedicto XVI está dedicando el ciclo de catequesis que ofrece los miércoles durante la audiencia general.
