CIUDAD DELVATICANO, domingo, 22 mayo 2005 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI se unió espiritualmente este domingo al Congreso Eucarístico Nacional italiano, inaugurado este sábado en Bari, que él mismo clausurará en esa ciudad sureña el próximo domingo.
El primer viaje apostólico a Italia de este pontificado tendrá por objetivo, como él mismo reconoció en su mensaje con motivo del Ángelus, la adoración de Cristo Eucaristía para que encienda en la Iglesia «un renovado ardor de fe, de esperanza y de caridad».
Al dirigirse a miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, el pontífice confesó que da una particular importancia a este Congreso, pues se celebra en el año que Juan Pablo II dedicó a la Eucaristía, y que concluirá el mes de octubre con el sínodo mundial de obispos.
El obispo de Roma quiere que este acontecimiento sirva para reunir al pueblo cristiano «en torno a Cristo, presente en el santísimo sacramento, fuente y culmen de su vida y misión».
«En particular –explicó–, cada parroquia está llamada a redescubrir la belleza del domingo, día del Señor, en el que los discípulos de Cristo renuevan en la Eucaristía la comunión con quien da sentido a sus alegrías y cansancios de cada día».
El lema del Congreso Eucarístico italiano –«Sin el domingo no podemos vivir»– recoge las palabras que antes de morir pronunciaron los 49 mártires de Abitene, ciudad de la provincia romana del «África proconsular», actualmente Túnez, en el año 303, en tiempos de la persecución lanzada por el emperador Diocleciano,
«Esto es lo que estamos llamados a repetir hoy», aseguró el Santo Padre.
Antes de concluir su intervención, Benedicto XVI encomendó a la Virgen María a «todos los niños, los adolescentes y los jóvenes que en este período hacen su primera Comunión o reciben el sacramento de la Confirmación».
El Congreso Eucarístico Nacional Italiano fue inaugurado por el enviado especial del Papa, el cardenal Camillo Ruini, obispo vicario de la diócesis de Roma, en la tarde de este sábado en la plaza de la Libertad en Bari, con una velada de reflexión y fiesta, en la que participaron unas 5.000 personas.
En este domingo, la eucaristía fue presidida también en la Plaza de la Libertad por el cardenal Ruini, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, quien en la homilía constató que «la Eucaristía es verdaderamente el corazón de la Iglesia, alimento y el alma de la vida de cada cristiano».
Más de 850 periodistas se han acreditado para cubrir el Congreso Eucarístico.
