El papa Pablo VI ya es beato

Benedicto XVI ha participado en la celebración eucarí­stica de la beatificación

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El papa Pablo VI ha sido proclamado beato por el papa Francisco, esta mañana, en la plaza de San Pedro, en ocasión de la clausura de la III Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los Obispos.

Durante la santa misa, el Papa ha usado la casulla que Pablo VI recibió como regalo en ocasión de su 80 cumpleaños y ha utilizado un cáliz del Papa Montini. La reliquia que se ha presentado en el momento de la beatificación es la camisa impregnada con su sangre, de la ocasión del atentando que sufrió en el viaje apostólico a Manila en Filipinas, el 28 de noviembre de 1970.

Una gran multitud de fieles, unas 70 mil personas, han acudido hoy a la plaza para ser testigos de este importante momento para la vida de la Iglesia. Presente también hoy en la plaza, estaba el papa emérito Benedicto XVI, que no ha querido perderse la celebración. Al llegar Francisco al Sagrato, se ha acercado hasta el lugar donde estaba Benedicto XVI, y se han saludado con afecto.

Al iniciar la celebración eucarística, el postulador ha leído la biografía del siervo de Dios Pablo VI. A continuación, el Santo Padre ha pronunciado en latín la fórmula de beatificación. Al finalizar sus palabras, los fieles han aplaudido y se ha quitado la tela que cubría el tapiz con la imagen del nuevo beato. Una imagen en la que se le ve de cuerpo entero, con los brazos abiertos y alzados y encima de los típicos «sanpietrini» romanos. A partir de ahora, la fiesta del nuevo Beato se celebra el 26 de septiembre, día de su cumpleaños.

Esta mañana han concelebrado con el Papa algunos cardenales, patriarcas, arzobispos, obispos y presbíteros participantes en el Sínodo.

En la homilía, haciendo referencia a la frase de Jesús leída en el Evangelio «Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios», Francisco ha recordado a los presentes que «sólo Dios es el Señor del hombre, y no hay ningún otro. Ésta es la novedad perenne que hemos de redescubrir cada día, superando el temor que a menudo nos atenaza ante las sorpresas de Dios». 

¡Él no tiene miedo de las novedades!, ha exclamado el Santo Padre. Por eso, ha recordado, «continuamente nos sorprende, mostrándonos y llevándonos por caminos imprevistos». Dios «nos renueva», «nos hace siempre nuevos».

Francisco ha asegurado que «un cristiano que vive el Evangelio es la novedad de Dios en la Iglesia y en el mundo. Y a Dios le gusta mucho esta novedad». Además, ha indicado que la esperanza en Dios «no es una huida de la realidad», sino que «es ponerse manos a la obra para devolver a Dios lo que le pertenece».

Por otro lado, el Pontífice ha recordado que en estos días han celebrado el Sínodo de la Obispos. «Ha sido una gran experiencia, en la que hemos vivido la sinodalidad y la colegialidad, y hemos sentido la fuerza del Espíritu Santo que guía y renueva sin cesar a la Iglesia, llamada, con premura, a hacerse cargo de las heridas abiertas y a devolver la esperanza a tantas personas que la han perdido», ha asegurado.

Al finalizar la homilía, también ha querido dedicar unas palabras al nuevo beato. Así, ha indicado que «contemplando a este gran Papa, a este cristiano comprometido, a este apóstol incansable, ante Dios hoy no podemos más que decir una palabra tan sencilla como sincera e importante: Gracias. Gracias a nuestro querido y amado Papa Pablo VI. Gracias por tu humilde y profético testimonio de amor a Cristo y a su Iglesia». Asimismo, ha observado que «en esta humildad resplandece la grandeza del Beato Pablo VI que, en el momento en que estaba surgiendo una sociedad secularizada y hostil, supo conducir con sabiduría y con visión de futuro –y quizás en solitario– el timón de la barca de Pedro sin perder nunca la alegría y la fe en el Señor».

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Staff Reporter

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