El Papa pide respetar la dignidad y garantizar la seguridad de quien trabaja en el mar

En vísperas del Día Marítimo Mundial

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

CASTEL GANDOLFO, domingo, 26 septiembre 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II pidió este domingo que se garantice tanto la dignidad como la seguridad de las personas que trabajan en el mar al recordar que el próximo jueves, 30 de septiembre, se celebrará el Día Marítimo Mundial.

«Mis pensamientos se dirigen a todos los que trabajan en el mar, y rezo para que puedan vivir con dignidad y seguridad», afirmó tras rezar el Ángelus junto a los peregrinos congregados en la residencia pontificia de Castel Gandolfo.

El Día Marítimo Mundial es organizada por la Organización Marítima Internacional (OMI), con 164 miembros, dependiente de la ONU, que tiene por objetivo promover la seguridad en el mar y prevenir la contaminación provocada por los barcos.

En este año, la jornada tiene por lema «La protección marítima como objetivo». En el mensaje que ha escrito con este motivo el secretario general de la OMI, Efthimios E. Mitropoulos, afronta la seguridad en el mar en tiempos de terrorismo.

Esa misiva concluye con esta confesión: «Ojalá nunca tengamos que sufrir la amarga y dolorosa experiencia de un ataque terrorista contra la navegación marítima».

Para atender a las personas que viven en y del mar, la Santa Sede fundó el «Apostolado del Mar» en 1922, institución que hoy depende del Consejo Pontificio para los Emigrantes e Itinerantes.

Este Apostolado, que tiene miembros en 98 países, tiene por objetivo «responder al bienestar espiritual, social y material de los marinos en las naves mercantiles y de pesca. Esta asistencia se extiende también a sus familias, sin distinción de cultura, nacionalidad o religión», explica el Vaticano en su página web.

Juan Pablo II estableció el 31 de enero de 1997 en la carta apostólica «Stella Maris» las orientaciones y normas que rigen a este apostolado.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación