CIUDAD DEL VATICANO, 23 diciembre 2002 (ZENIT.org).- El príncipe Víctor Manuel de Savoya, hijo del último rey de Italia, visitó este lunes a Juan Pablo II en el Vaticano junto con su esposa Marina Doria y su hijo Emanuel Filiberto, poniendo así fin a cincuenta años de exilio de su país.
«¡Bienvenidos!», les dijo al recibirles el Papa en su biblioteca privada. La audiencia de unos 20 minutos, según un comunicado emitido por el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, sirvió para intercambiarse las felicitaciones por la Navidad y el año nuevo.
«El príncipe Víctor Manuel agradeció al Santo Padre esta audiencia que calificó de «histórica» para su familia», añade Navarro-Valls.
A continuación, el príncipe, su esposa e hijo se encontraron con el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano.
La familia Saboya llegó al aeropuerto romano de Ciampino en las primeras horas de la mañana en un avión privado, procedente de Ginebra. Tras la audiencia, regresaron a Ciampino para volver a Ginebra.
Era la primera vez que el jefe de la casa real de Saboya pisaba el suelo italiano tras el decreto de 1946 que condenó al exilio a todos los miembros varones de la familia Saboya, por haber colaborado con el régimen fascista de Benito Mussolini.
El pasado mes de noviembre, Víctor Manuel y su hijo recibieron la autorización de regresar Italia como simples ciudadanos, tras la introducción de una reforma constitucional aprobada por el Parlamento y por el Gobierno italianos.
