El Papa regresa al Vaticano visiblemente mejorado

Recupera fuerza y mantiene su intensa agenda

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CASTEL GANDOLFO, 29 septiembre 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II regresa este lunes al Vaticano, después de haber pasado como todos los años el verano en la residencia pontificia de Castel Gandolfo, a unos 30 kilómetros al sur de Roma, demostrando una clara mejoría en sus condiciones de salud.

Al rezar este domingo la oración mariana del «Angelus», el pontífice que cumplirá 24 años como obispo de Roma el próximo 16 de octubre, se presentó en óptimo humor, y hablando con claridad en siete idiomas, superando problemas de pronunciación que había experimentado en meses pasados.

En este verano, el Papa ha convertido este tradicional encuentro con los peregrinos en una auténtica audiencia espontánea. Tras rezar el «Angelus», ha tomado la costumbre de permanecer un largo rato para saludar personalmente a muchos de los presentes.

Sus condiciones son muy diferentes al estado de salud de meses anteriores. Al concluir su visita a Azerbaiyán y Bulgaria, el 26 de mayo, algunos de los periodistas que acompañaban al Papa escribieron que ése podría ser su último viaje internacional, y algunos despachos informativos anunciaron la cancelación de los viajes papales a México y Guatemala.

Juan Pablo II realizó sin embargo sus proyectos de visitar Canadá, México y Guatemala, del 23 al 1 de agosto, y después cumplió con un éxito inesperado una histórica visita pastoral a Polonia del 16 al 19 de agosto.

La recuperación física del Papa ha sorprendido particularmente en algunos países, como en Francia, en el que se ha disparado de manera impresionante la venta de unas pastillas regeneradoras basadas en frutas tropicales que le entregó a Juan Pablo II el profesor Luc Montagner, considerado como uno de los descubridores del virus del sida. Fuentes de la Santa Sede han asegurado, sin embargo, que el pontífice no está tomando este tratamiento.

Juan Pablo II, que acaba de convertirse en el quinto Papa que más tiempo guía la barca de la Iglesia, sigue manteniendo la misma agenda de siempre.

Para el 4 de octubre ha convocado una cumbre ecuménica con líderes luteranos para celebrar en Basílica de San Pedro del Vaticano el nacimiento de santa Brígida de Suecia. El 6 de octubre canonizará al fundador del Opus Dei, el beato Josemaría Escrivá de Balaguer.

El 13 de octubre participará en otro encuentro ecuménico decisivo, la visita al Vaticano de Su Beatitud Teoctist, patriarca de la Iglesia ortodoxa de Rumania. El líder religioso viene a Roma para agradecer al Papa la visita que realizó a su país en mayo de 1999, la primera vez que un pontífice visitaba tierras ortodoxas.

El 18 de octubre, presidirá también en el Vaticano una misa en la que participarán los jóvenes alumnos de las universidades eclesiásticas de Roma, en las que se forman muchos de los futuros líderes de la Iglesia.

El 20 de octubre beatificará a cinco cristianos, entre ellos dos jóvenes mártires catequistas ugandeses. El 31 de octubre será declarado «ciudadano honorario» de Roma, primer pontífice en recibir este reconocimiento desde la declaración de la unidad de Italia. El 14 de noviembre batirá otro récord, con la primera visita de un obispo de Roma al Parlamento italiano desde la independencia de la República.

Por lo que se refiere a su labor magisterial, su trabajo sigue avanzando con el ritmo que ha caracterizado este pontificado. Este mismo domingo anuncio la inminente publicación de un documento en el que propondrá redescubrir la belleza de la oración del Rosario.

Zenit ha podido saber de fuentes vaticanas que posiblemente para antes de finales de año publicará una carta pastoral sobre la Eucaristía. En la presencia real de Cristo en este sacramento, el Papa Karol Wojtyla ve una conexión íntima con todos los escritos de su pontificado, que comenzó con la encíclica «Redemptor Hominis» (Redentor del hombre), el 4 de marzo de 1979.

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ZENIT Staff

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