El Papa reitera: tolerancia cero en la Iglesia con los abusos a menores

Todos los miembros de la Pontificia Comisión para la tutela de menores se reúne en Roma por primera vez la semana que viene

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“Las familias deben saber que la Iglesia no escatima esfuerzo alguno para proteger a sus hijos, y tienen el derecho de dirigirse a ella con plena confianza, porque es una casa segura. Por tanto, no se podrá dar prioridad a ningún otro tipo de consideración, de la naturaleza que sea, como, por ejemplo, el deseo de evitar el escándalo, porque no hay absolutamente lugar en el ministerio para los que abusan de los menores”.

Así de claro se expresa el papa Francisco en una carta publicada hoy, enviada a los presidentes de las Conferencias Episcopales y a los Superiores de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica sobre la Pontificia Comisión para la tutela de menores.

El Pontífice explica en la carta que en marzo del año pasado instituyó esta comisión, anunciada ya en diciembre de 2013, “con el fin de ofrecer propuestas e iniciativas orientadas a mejorar las normas y los procedimientos para la protección de todos los menores y adultos vulnerables”, y  por eso ha llamado a formar parte de dicha Comisión “a personas altamente cualificadas y notorias por sus esfuerzos en este campo”.

Asimismo indica que en el mes de julio, en la reunión que tuvo con algunas personas que han sido objeto de abusos sexuales por parte de sacerdotes, se sintió “conmovido e impresionado por la intensidad de su sufrimiento y la firmeza de su fe”. Además, indica que esto confirmó una vez más “mi convicción de que se debe continuar haciendo todo lo posible para erradicar de la Iglesia el flagelo del abuso sexual de menores y adultos vulnerables, y abrir un camino de reconciliación y curación para quien ha sufrido abusos”.

Por estas razones, el Papa explica que el pasado mes de diciembre añadió nuevos miembros a la Comisión, “en representación de las Iglesias particulares de todo el mundo”. Y recuerda también que dentros de pocos días, “todos estos miembros se reunirán en Roma por primera vez”.

El papa Francisco considera que esta comisión “será un nuevo, válido y eficaz instrumento para ayudarme a animar y promover el compromiso de toda la Iglesia en sus diversos ámbitos” para poner en práctica “las actuaciones necesarias para garantizar la protección de los menores y adultos vulnerables, y dar respuestas de justicia y misericordia”.

Por otro lado, pide que se vigile atentamente “que se cumpla plenamente la circular emanada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 3 de mayo de 2011, para ayudar a las Conferencias Episcopales en la preparación de las líneas maestras para tratar los casos de abuso sexual de menores por parte de clérigos”. Es importante –observa el Papa– que las Conferencias Episcopales adopten un instrumento para revisar periódicamente las normas y comprobar su cumplimiento.

A propósito, el Pontífice afirma que “corresponde al Obispo diocesano y a los Superiores mayores la tarea de verificar que en las parroquias y en otras instituciones de la Iglesia se garantice la seguridad de los menores y los adultos vulnerables”. Asimismo, “se insta a las diócesis y los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica a establecer programas de atención pastoral, que podrán contar con la aportación de servicios psicológicos y espirituales”.

Finalmente, el Papa pide a los destinatarios de la carta su “colaboración plena y atenta con la Comisión para la tutela de los menores”. La tarea encomendada a la Comisión, “incluye la asistencia a vosotros y a vuestras Conferencias, mediante un intercambio mutuo de «praxis virtuosas» y de programas de educación, formación e instrucción por lo que se refiere a la respuesta que se ha de dar a los abusos sexuales”, explica el Obispo de Roma en la misiva.

Para concluir, Francisco pide al Señor Jesús que “infunda en cada uno de nosotros, ministros de la Iglesia, ese amor y esa predilección por los pequeños que ha caracterizado su presencia entre los hombres, y que se traduce en una responsabilidad especial respecto al bien de los menores y adultos vulnerables”.


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Staff Reporter

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