El Papa reza para que los laicos ocupen su papel en la evangelización

En sus intenciones para el mes de julio

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ROMA, miércoles, 30 junio 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II rezará en el mes de julio para «que, en las Iglesias jóvenes, los fieles laicos sean más escuchados y valorados en el trabajo de la evangelización».

Así lo anuncia la intención misionera del «Apostolado de la Oración», que el Santo Padre asume como propia para ofrecer sus oraciones y sacrificios junto a miles de laicos, religiosos, religiosas, sacerdotes y obispos.

«Después de Pentecostés todos, laicos, sacerdotes, religiosas y religiosos, están llamados a vivir, bajo el impulso del Espíritu, la profecía», recuerda el profesor Andrea Riccardi –historiador laico, fundador de la Comunidad de San Egidio— en un comentario a la intención misionera difundido por «Fides».

«Ser profetas, para los cristianos, quiere decir comunicar a Jesús», y «los jóvenes, los laicos, los movimientos carismáticos, las jóvenes Iglesias tienen mucho que decir al mundo: ¡tienen mucho que comunicar en nombre del Señor!» porque «el mundo tiene necesidad de la profecía del Evangelio», advierte.

«Lo necesitan los países que sufren grandes contradicciones como son varios Estados de África –reconoce Riccardi–. Lo necesitan los países que conocen la guerra. Lo necesitan las sociedades que, desde hace pocos años, conocen un rápido desarrollo económico que amenaza con hacer desaparecer los valores tradicionales».

En este contexto, «las jóvenes Iglesias tienen una gran responsabilidad» –señala– y «grandes energías humanas y espirituales: a menudo tienen un laicado maravilloso que puede comunicar el Evangelio en situaciones en que los sacerdotes no pueden entrar».

Por eso «hay que tener confianza en los laicos, como Juan Pablo II nos ha enseñado en muchas ocasiones», sugiere el fundador de «San Egidio».

No se trata de dar «más espacio a los laicos y menos al clero o a los religiosos»: «¡Todos son necesarios con el propio carisma y el propio ministerio! ¡Pero ay de quien, por miopía o costumbre, prefiera una comunidad modesta antes que valorar a los laicos! Pentecostés llama todos a ser testigos del Evangelio en espíritu de comunión y colaboración, porque el Señor manda a sus obreros a la viña», concluye Andrea Riccardi.

Todos los meses, el Papa también ofrece sus oraciones por una intención general, que en julio será: «Por cuantos en este tiempo pueden beneficiarse de un período de vacaciones, a fin de que el reposo les ayude a encontrar en Dios la armonía interior y a abrirse con amor a los hermanos».

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ZENIT Staff

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