El Papa, satisfecho por el trabajo del Sínodo

Se han superado dos tentaciones, la politización y la falta de realismo

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo 25 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- “Hemos hecho, con la ayuda del Señor, un buen trabajo”, manifestó ayer satisfecho el Papa Benedicto XVI, al terminar el almuerzo con los padres sinodales, ayer en el Atrio del Aula Pablo VI del Vaticano.

Poco después de concluir la comida, y antes de la acción de gracias final, el Papa tomó la palabra para expresar su satisfacción personal por el desarrollo de un Sínodo cuyo tema “no suponía un reto fácil”.

El tema “Reconciliación, justicia y paz”, ante los graves problemas del continente, explicó el Pontífice, tenía dos peligros: el de invadir el campo de la política y, al contrario, en volverse demasiado “espiritual” pero alejado de la realidad.

Las cuestiones tratadas, admitió, implicaban “ciertamente una fuerte dimensión política, si bien es evidente que reconciliación, justicia y paz no son posibles sin una profunda purificación del corazón, sin una renovación del pensamiento, una metanoia, sin una novedad que debe surgir precisamente del encuentro con Dios”.

“Pero aunque esta dimensión espiritual es profunda y fundamental, también la dimensión política es muy real, porque sin realizaciones políticas , estas novedades del Espíritu normalmente no se realizan”, prosiguió.

Por eso precisamente, “la tentación podía ser de politizar el tema, de hablar menos como pastores y más como políticos, con una competencia tal, que no es la nuestra”.

El otro peligro era “el de retirarse a un mundo puramente espiritual, a un mundo abstracto y bonito, pero no real”.

“El discurso de un pastor, en cambio, debe ser realista, debe tocar la realidad, pero en la perspectiva de Dios y de su Palabra”, dijo el Papa. Un reto que, en su opinión, se ha logrado.

“Esta meditación comporta, por una parte, estar realmente pegados a la realidad, atentos a hablar de lo que hay, y por otra parte, a no caer en soluciones técnicamente políticas; esto significa indicar una palabra concreta, pero espiritual”.

“Este era el gran problema del Sínodo y me parece que, gracias a Dios, hemos conseguido resolverlo, y para mí esto es también motivo de gratitud porque facilita mucho la elaboración del documento post-sinodal”, añadió.

Finalmente, quiso agradecer a todos los miembros del Sínodo que han trabajado para llevar adelante los trabajos de la Asamblea.

En especial, pidió un aplauso para los relatores, que, afirmó, “han llevado la mayor parte del peso”, trabajando noches, domingos y pausas para las comidas.

También elogió la actividad de los traductores, que “han tenido una parte en la trama de crear Pentecostés, Pentecostés quiere decir comprenderse mutuamente; sin traductor faltaría este puente de comprensión”.

Por último, el Papa anunció la aceptación del cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson al nombramiento, hecho público esa misma mañana, como nuevo presidente del Consejo Pontificio “Justicia y Paz”, en sustitución del cardenal Martino.

[Por Inma Álvarez]

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ZENIT Staff

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