El Papa se despide de la Virgen de Kazan componiendo una oración

Ve en el icono una «imagen de unidad entre Oriente y Occidente»

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CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 25 agosto 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II se despidió del icono de la Madre de Dios de Kazan componiendo una oración, leída en ruso, en la que encomienda la recuperación de la unidad perdida entre los cristianos.

«Madre del pueblo ortodoxo, la presencia en Roma de tu santa imagen de Kazan nos habla de una unidad profunda entre Oriente y Occidente, que permanece a pesar de las divisiones históricas y de los errores de los hombres», afirmó el pontífice en su plegaria.

El Papa escribió esta oración especialmente con motivo de la celebración de entrega del icono al cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, encargado de darla en mano al patriarca ruso Alejo II el próximo sábado en Moscú.

La plegaria fue cantada en ruso por el Coro del Colegio Pontificio Ruso de Roma (Russicum), y los fieles pudieron leerla en ruso y en italiano gracias a la guía para la celebración que editó la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.

«El obispo de Roma se une espiritualmente a su hermano en el ministerio episcopal, que preside como patriarca la Iglesia ortodoxa rusa», expresa en la oración, y pide a María que interceda «para que apresure el momento de la plena unidad entre Oriente y Occidente, de la plena comunión entre todos los cristianos».

Juan Pablo II, en su saludo en diversos idiomas a los peregrinos, dijo a los polacos que «este don que hacemos en la vigilia de la solemnidad de la Santísima Virgen de Czestochowa tiene una elocuencia especial: se convierte en signo de la fe y de la piedad que unen las tradiciones de Oriente y Occidente en el amor a la Theotokos» (la Madre de Dios).

El icono de Kazan es una «imagen sugerente», concluyó el Papa, quien pudo constatar cómo los siete mil peregrinos reunidos en el Aula Pablo VI se sentían interpelados por el icono, al que tocaban a su paso en procesión tanto en el ingreso como al final de la celebración de la Palabra.

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ZENIT Staff

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