El Papa se une en oración a los tres católicos condenados a muerte en Indonesia

PALU, miércoles, 22 marzo 2006 (ZENIT.org).- El obispo de Manado (Sulawesi del norte, Indonesia) visitó el domingo, en la cárcel de Palu, a los tres católicos condenados a muerte, llevándoles la cercanía de Benedicto XVI, quien les invita al rezo del Rosario con él en estos momentos.

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Monseñor Joseph Theodorus Suwatan M.S.C. relató que había realizado su visita en calidad de «enviado especial del Vaticano», acontecimiento que ha recogido en detalle «Asianews».

La diócesis del prelado abarca también Poso, escenario –de 1998 a 2001— de sangrientos enfrentamientos entre cristianos y musulmanes que costaron la vida a más de mil personas. Hasta el momento, ningún musulmán ha sido procesado por aquellos hechos.

Por una serie de homicidios perpetrados en Poso en 2000 –en el contexto citado–, en cambio el Tribunal de distrito de Palu y el Tribunal Supremo de Yakarta condenaron a los católicos Fabianus Tibo –60 años–, Dominggus da Silva –42– y Marinus Riwu –48– a la pena capital. Los tres están en prisión desde 2001.

El proceso contra los detenidos estuvo marcado por intimidaciones a gran escala de extremistas islámicos y los jueces no prestaron atención a los testigos de la defensa, que exculpan a los tres católicos, advierte la agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME), especializada en el contexto asiático.

Tras su reciente visita a los condenados, monseñor Suwatan explicó que el Papa desea compartir su dolor y expresar su solidaridad por la injusticia legal sufrida por los tres católicos durante el proceso.

Les entregó una cruz y un rosario. A la salida de la prisión el prelado comentó a la prensa su misión: «La Santa Sede me ha encargado que visite a estos hermanos católicos, porque el Papa en persona quiere expresar su profunda cercanía a los condenados».

«Benedicto XVI –añadió el obispo de Manado– ha pedido a los tres católicos que tengan paciencia en estos momentos difíciles, compartiendo sus sentimientos con la Virgen María y rezando el Rosario junto a él».

Hablando también en nombre de sus compañeros, Fabianus Tibo reconoció su fuerte impresión por el gran interés mostrado por el Vaticano. «Esto nos ayuda a tener valor para afrontar la pena de muerte», manifestó.

Acompañaron al prelado en esta visita el párroco de la iglesia de San Pablo en Palu –el padre Melky Toreh– y algunos miembros del Padma –«Centre of Advocacy Service for Justice and Peace in Indonesia», un grupo de abogados que representa a Tibo y a sus compañeros–. La reconstrucción del Padma de los hechos concluye que los tres católicos son víctimas de un complot.

El Padma recientemente apeló al Tribunal Supremo para que se proceda a la revisión del caso de acuerdo con nuevos testimonios que dejan a los tres detenidos fuera de sospecha. El coordinador del grupo, Roy Stephen Rering, anunció que si la oficina del fiscal general de Sulawesi central no revisa su decisión, el Padma pedirá el sometimiento del caso a la jurisdicción internacional.

Con todo, el pasado 17 de marzo, el jefe de policía de Sulawesi central, general Oegroseno, afirmó que todo está preparado para la ejecución, si bien no se ha anunciado la fecha ni el lugar. «Si la sentencia se ejecuta, el conflicto de Poso seguirá siendo un misterio; jamás se sabrá la verdad», alerta Rering.

En el enlace www.asianews.it/view.php?l=it&art=5694 la agencia del PIME ofrece un reportaje gráfico –publicado el martes– del encuentro del prelado con los condenados a muerte. Tomó y envió las fotografías el padre Benny Salombre –presidente de la Comisión Justicia y Paz de la diócesis de Manado–.

El sacerdote afirmó que la visita a los encarcelados «les ha dado apoyo para soportar los sufrimientos, incrementados por las recientes voces sobre una inminente ejecución».

Amplio apoyo a los tres condenados

La causa de Tibo y sus compañeros suscitó que inmediatamente en el país –relata la agencia del PIME— se movilizaran a su favor defensores de los Derechos Humaos cristianos y musulmanes, tanto a nivel nacional como internacional.

«Amnistía Internacional» hizo un llamamiento al presidente Susilo Bambang Yudhoyono para que se cancelara la pena capital.

Igualmente se dirigió al jefe de Estado el obispo de Manado, un gesto que puso en marcha a toda la comunidad cristiana del país.

El grupo de abogados de diferentes religiones, el Padma, se ofreció a representar a los tres acusados, halló nuevos testimonios a su favor y solicitó la reapertura del caso al Tribunal Supremo.

Por su parte, «Campaña Jubileo», un movimiento formado por cristianos protestantes, inició una recogida de firmas a favor de un gesto de clemencia por los tres católicos.

Asimismo respalda a los prisioneros Nawawi S. Kilat, un representante de relieve de la comunidad musulmana de Poso. Se cuenta entre los signatarios de los acuerdos de paz de Malino –que pusieron fin al conflicto interreligioso de importantes dimensiones en el archipiélago de las Molucas (Zenit, 16 febrero 2002)–.

El reverendo Rinaldy Damanik, al frente del Sínodo protestante de Sulawesi, ha pedido más investigaciones, en especial para analizar el papel de las 16 personas indicadas por los tres condenados como responsables de los enfrentamientos.

Monseñor Suwatan no ha dudado en indicar el «importante papel» que ha jugado «Asianews» para difundir internacionalmente la injusticia que está en marcha.

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ZENIT Staff

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