LORENZAGO DE CADORE, domingo, 22 julio 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI afirmó que el canto coral constituye una auténtica escuela de vida y de paz, tras haber participado este viernes en un concierto ofrecido en su honor por coros alpinos en el Castillo de Mirabello, en los Dolomitas, donde pasa las vacaciones.
«La educación en el canto, cantar en coro, no es sólo un ejercicio de oído interior y de la voz; es también una educación del oído interior, el oído del corazón, un ejercicio y una educación a la vida y a la paz», dijo en unas improvisadas palabras..
«Cantar juntos, en coro, y todos los coros juntos –añadió–, exige atención a los demás, atención al compositor, atención al maestro, atención a esta tonalidad que llamamos música y cultura y, de este modo, cantar en coro se convierte en una educación a la vida, una educación a la paz, un caminar juntos».
En el concierto, ofrecido por el obispo de Belluno-Feltre, monseñor Giuseppe Andrich, participaron siete coros de la zona de Cadore.
Antes del inicio del concierto, monseñor Andrich evocó la primera guerra mundial que tuvo en los Dolomitas un escenario de guerra.
En sus palabras, el Papa hizo referencia a aquellos dramáticos momentos, evocados también este domingo al rezar el Angelus, «cuando esta montaña era una barrera, escenario terrible y sangriento de guerra».
«Demos las gracias al Señor porque ahora hay paz en nuestra Europa y hagamos todo lo posible para que la paz crezca en todos nosotros y crezca en el mundo. Estoy seguro de que precisamente esta estupenda música es un compromiso por la paz y una ayuda a vivir en paz», concluyó.
