CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 21 abril 2005 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI salió por segundo día consecutivo de los muros vaticanos para pasar unas horas en su antiguo apartamento.
El pontífice recorrió en coche la breve distancia pasando por la puerta de Santa Ana hasta llegar a la Plaza de la Ciudad Leonina, donde se encuentra la residencia, entre gritos y aplausos de entusiasmo de la gente.
El Papa Joseph Ratzinger descendió del coche que lleva la matrícula SCV-1, saludó sonriendo a los presentes, y subió a su casa, en la que tenía como vecinos al cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación para el Clero, y al cardenal Pio Laghi, prefecto emérito de la Congregación para la Educación Católica.
Ha sido el segundo encuentro espontáneo entre el nuevo obispo de Roma y los fieles que le han salido al paso desbordantes de cariño.
Mientras el Papa estuvo su residencia, unas tres horas, un discreto servicio de seguridad se montó en la plaza.
Al salir de regreso al Vaticano salió acompañado del arzobispo estadounidense James Harvey, a quien Juan Pablo II había nombrado su prefecto de la Casa Pontificia.
Si bien Benedicto XVI ya ha tomado posesión del apartamento papal, en estos días se aloja en la residencia de Santa Marta, mientras se terminan los trabajos de pintura y reestructuración de las habitaciones pontificias.
Una de las religiosas que le atienden, al recibir la noticia de su elección, comentó al obispo Cipriano Calderón, vicepresidente emérito de la Comisión Pontificia para América Latina: «se tendrá que llevar su biblioteca, porque él sin su biblioteca no va a ninguna parte».
Un periodista alemán comentaba debajo de la casa del cardenal, decía: «Para un profesor alemán, lo más importante son sus libros. Y ahora los está recogiendo».
El cardenal Joseph Ratzinger recorría todos los días este trayecto caminando, ahora por razones de seguridad está obligado a realizarlo en coche.
