El Papa y el primer ministro de Japón hablan de África

Benedicto XVI recibe en audiencia a Taro Aso 

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CIUDAD DEL VATICANO, martes 7 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI y el primer ministro japonés, Taro Aso, conversaron este martes en el Vaticano sobre los compromisos de Japón y de la Santa Sede con África. 

En una «cordial conversación», repasaron también algunos temas de la actualidad internacional, con especial referencia a la crisis económica. En el plano bilateral, evocaron sus buenas relaciones y el entendimiento y la cooperación entre la Iglesia y el Estado.  

El Papa recibió por la mañana en audiencia al ministro, quien después mantuvo un encuentro con el Secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone y con el secretario para las Relaciones con los Estados, el arzobispo Dominique Mamberti. 

Taro Aso, de 68 años, es católico. Procede de una familia de larga tradición católica, en un país de 127 millones de habitantes, de los que un millón es católico. 

El embajador de Japón en la Santa Sede, Kagefumi Ueno, declaró a ZENIT que «Japón comparte con la Santa Sede la idea de que no se debe consentir que los países más pobres de África se conviertan en las víctimas de la actual crisis económica de la que no son responsables». 

En este sentido, Japón acogió el año pasado la IV Conferencia Internacional de Tokyo sobre el desarrollo africano (TICAD). 

En este encuentro, el país anunció varias iniciativas, entre ellas, duplicar, para el 2012, su ayuda oficial para el desarrollo de África. 

Además, Japón se encuentra entre los países de acogida del primer encuentro posterior a la TICAD que se celebró en Botswana, en el que se debatió sobre el impacto de la crisis económica en África y sobre cómo superarla. 

Posteriormente, durante la cumbre del G20 celebrada el pasado mes de abril en Londres, Japón ha hecho todo lo posible para transmitir las preocupaciones por África que aparecieron en el encuentro de Botswana. 

Japón y la Santa Sede establecieron relaciones diplomáticas en 1942, aunque ningún representante oficial del Vaticano había visitado oficialmente el país asiático hasta el pasado mes de marzo, cuando lo hizo el arzobispo Mamberti. 

Durante esa visita, concretamente el 17 de marzo, monseñor Mamberti mantuvo una reunión de dos horas y media con el ministro de asuntos exteriores Hirofumi Nakasone. 

Entre las cuestiones que trataron, se encontraba también la crisis económica y su impacto sobre los países pobres, sobre todo algunos africanos. 

También hablaron sobre cuestiones relativas a regiones Oriente Medio, China y Corea del Norte y sobre otras de tipo bilateral, de la Santa Sede y Japón. 

Respecto a Corea del Norte, «en respuesta a las preocupaciones expresadas por Nakasone sobre el eventual lanzamiento de misiles y sobre el problema de los rehenes, el arzobispo Mamberti aseguró su solidaridad con Japón», explicó el embajador. 

Monseñor Mamberti también apreció los esfuerzos de importantes países para llevar distensión a la región y auspició que los rehenes volvieran lo antes posible. 

El arzobispo también mantuvo un encuentro en Nagasaki con numerosos fieles de la Iglesia católica en Japón, que el siguiente mes de noviembre celebró el acontecimiento de la beatificación de 188 mártires. 

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ZENIT Staff

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