El patriarca latino de Jerusalén pide en Navidad aprender las lecciones de la violencia

Invita a comprender sus causas para superarlas

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JERUSALÉN, martes, 21 diciembre 2004 (ZENIT.org).- La constatación de que el momento actual parece anunciar paz en Tierra Santa y la necesidad de comprender los motivos de la violencia para superarlos son las consignas centrales que ha dejado el patriarca latino de Jerusalén en su mensaje de Navidad.

Su Beatitud Michel Sabbah, en el texto presentado este martes en la sede del patriarcado, considera que «no se puede dejar que la paz se convierta en rehén en manos de quienes ven todavía en la violencia un camino hacia la justicia y la paz».

«Celebramos la Navidad y nos alegramos para renovar nuestras energías, para poder tener paciencia y superar las fuerzas del mal en nuestra tierra», comienza constatando la misiva, publicada en la víspera del día de oración y ayuno por la paz en Tierra Santa propuesto a todos los cristianos del mundo por la Conferencia de Obispos de la Región del Norte de África y la Conferencia de Obispos Latinos en las Regiones Árabes.

«Estos momentos parecen anunciar la paz –reconoce–. Así lo esperamos, después de tantas oraciones, de tantas vidas sacrificadas, de tantas lágrimas y de tantos grandes sufrimientos. Esperamos que los jefes políticos tengan el valor necesario para firmar una paz justa y definitiva y para aceptar los sacrificios indispensables, personales o comunitarios, aunque sean dolorosos».

El patriarca considera que a estas alturas todos deberían haber aprendido «las lecciones de la violencia pasada que ha demolido la imagen de Dios en los verdugos y en las víctimas, en los opresores y en los oprimidos».

«En estos últimos años ha habido muchas víctimas, mucho miedo, muchas casas destruidas, mucha agricultura devastada, y a pesar de todo, nos encontramos en el mismo punto –subraya–. Los israelíes siguen buscando con dificultad su seguridad y los palestinos no dejan de pedir el final de la ocupación, su libertad y su independencia».

«Y, sin embargo, los dos pueblos están destinados a vivir juntos en paz. Esto es posible y creemos en ello», afirma.

Tras afirmar que el muro de separación que está construyendo Israel para aislar los territorios palestinos con el objetivo de detener ataques terroristas «no separará y no protegerá», monseñor Sabbah, considera más bien que «es necesario buscar, con humildad, las causas de la violencia».

«Acabar con las opresiones y las humillaciones impuestas a los palestinos es de por sí acabar con el temor y la inseguridad de los israelíes. Y acabar con los que abusan de la opresión y de la pobreza», afirma el patriarca de origen palestino.

«El muro de separación no creará fronteras seguras. Sólo los corazones amigos son fronteras seguras. Con corazones amigos, todas las fronteras se convertirán en algo simbólico; serán desbordadas por la vida y la alegría de la paz y de la fraternidad», concluye.

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ZENIT Staff

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