BUCAREST, 3 septiembre 2003 (ZENIT.org).- El patriarca ortodoxo de Rumanía, Teoctist, rindió homenaje el martes pasado a Juan Pablo II por sus veinticinco años de pontificado y reconoció que el Santo Padre ha pronunciado palabras que los ortodoxos «esperaban desde hace siglos».
Así intervino Teoctist en una conferencia organizada en Bucarest por el Ministerio de Asuntos Exteriores italiano para celebrar el jubileo del Papa y recordar su visita a Rumanía de mayo de 1999, la primera de un obispo de Roma a un país ortodoxo.
Recordando aquel encuentro, el patriarca afirmó que «todo sucesor nuestro lo mirará como algo profético».
En el acto –transmitido en directo por la televisión nacional– participó también el presidente de Rumanía, Ion Iliescu, quien constató que la experiencia de estos 25 años ha demostrado que «la fuerza del amor es capaz de desarraigar el sistema totalitario más terrible».
Este es el «mensaje que entrega el Papa a la historia», junto «a la incansable búsqueda de la unidad», añadió el arzobispo católico de Bucarest, Ioan Robu.
Por su parte, el cardenal Laghi hizo hincapié en el lugar que Rumanía ha tenido como «puente» entre Oriente y Occidente, en especial con la visita del Papa en 1999, cuando por primera vez en el mundo pudo orar con un patriarca ortodoxo.
Además constató que Juan Pablo II ha aportado «una contribución fundamental» a la construcción de la nueva Europa y a la relación entre «inspiración cristiana e ideal europeo».
«El nuevo impulso procurado por Juan Pablo II –dijo el purpurado— se refiere sobre todo a la identificación misma de la realidad europea: un continente considerado en la globalidad, ya no dividido en sí mismo y reducido sólo a la parte occidental».
Tras Cracovia, Buenos Aires, Estrasburgo y ahora la capital rumana –que ha acogido esta cuarta etapa de la iniciativa «Mi segunda patria» bajo el tema «Un puente entre Oriente y Occidente: el camino del ecumenismo en el Pontificado de Juan Pablo II»–, Nueva York, Jerusalén, Roma y Sao Paolo serán los próximos destinos de este ciclo en honor del Santo Padre.
