CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 11 mayo 2005 (ZENIT.org).- El pecado comunicativo, en el que pueden caer en particular los católicos, es «el aburrimiento», afirmó este martes el presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales.
El arzobispo John Patrick Foley presidió una celebración eucarística en la A HREF=»Centro Interdisciplinar sobre las Comunicaciones Sociales, el arzobispo participó en un foro abierto con los estudiantes en el que respondió a sus preguntas.
Al preguntarle por qué causaron tanto interés la agonía y muerte de Juan Pablo II, el monseñor Foley consideró que la respuesta hay que encontrarla en «su autenticidad».
Sobre los escándalos sexuales que han azotado algunas diócesis de los Estados Unidos argumentó que «la única respuesta es la virtud de la honestidad» y dijo que «esconder y negar que había un problema es ya de por sí un problema».
Sobre la comunicación y la solidaridad entre los pueblos –lema de la Jornada Mundial para las Comunicaciones Sociales 2005– insistió en que «como comunicadores católicos estáis llamados más que nadie a ser instrumentos de recíproca comprensión» y recordó que «el mensaje de Jesús es un mensaje de amor».
Invitó a los alumnos a «esforzarse por promover siempre la comprensión y el respeto, pero nunca la indiferencia».
«Tenemos que comprometernos en la promoción de la comprensión y el respeto dentro de la Iglesia católica, disipando la ignorancia sobre los diferentes ritos y grupos étnicos», dijo.
Finalmente, sugirió «tratar de promover la comprensión y el respeto de quienes siguen de buena fe otras tradiciones religiosas. Tenemos que combatir, además, cualquier forma de beatería religiosa, aunque en cuanto católicos seamos en ocasiones víctimas o responsables».
