El primado del obispo de Roma defiende de falsos particularismos, asegura Benedicto XVI

En la misa de la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, patronos de Roma

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

CIUDAD DEL VATICANO, jueves 30 junio 2005 (ZENIT.org).- Al celebrar la eucaristía en la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, fundadores de la Iglesia en Roma, Benedicto XVI explicó el sentido del ministerio del obispo de Roma, símbolo de unidad para la Iglesia universal.

«Con la unidad, así como con la apostolicidad, está unido el servicio petrino, que reúne visiblemente a la Iglesia en todas las partes y en todos los tiempos, defendiendo de esta manera a cada uno de nosotros para que no resbalemos en falsas autonomías, que demasiado fácilmente se transforman en internos particularismos de la Iglesia y pueden comprometer de esta forma su interna independencia», acaró en la homilía.

En la misa, Benedicto XVI impuso el palio al decano del Colegio de los cardenales, el cardenal Angelo Sodano, y a 32 arzobispos metropolitanos nombrados en el último año, como signo de su particular unión con la sede de Roma.

«Catolicidad significa universalidad, multiplicidad que se convierte en unidad; unidad que permanece en multiplicidad», afirmó Benedicto XVI explicando el sentido de la fiesta de los patronos de la diócesis de Roma.

«La unidad de los hombres en su multiplicidad ha sido posible porque Dios, este único Dios del cielo y de la tierra, se nos ha mostrado», constató, «se ha hecho visible cuando Él se ha mostrado a nosotros y en Jesucristo nos ha hecho ver su rostro, a sí mismo».

Benedicto XVI saludó a la delegación de la Iglesia ortodoxa de Constantinopla, enviada por el patriarca ecuménico Bartolomé I, al que dirigió un cordial pensamiento.

«En esta hora del mundo llena de escepticismo y de dudas, paro también rica de deseo de Dios, reconozcamos nuevamente nuestra misión de testimoniar juntos a Cristo Señor y, sobre la base de esta unidad que ya se nos ha dado, de ayudar al mundo para que crea», reconoció.

«Y suplicamos al Señor con todo el corazón para nos guíe a la unidad plena de manera que el esplendor de la verdad, que solamente puede crear la unidad, se convierta de nuevo visible en el mundo», añadió.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación