El primer ministro turco tiene previsto ausentarse durante la visita del Papa

La Santa Sede no da mayor importancia a la ausencia de Recep Tayyip Erdogan

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CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 2 noviembre 2006 (ZENIT.org).- El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, podría estar ausente del país durante la visita de Benedicto XVI, pues ha confirmado su participación en la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que en esos días tendrá lugar en Riga (Letonia).

En respuesta a las interpretaciones que los medios de comunicación han hecho de su prevista ausencia, la Oficina de Prensa del Vaticano publicó este jueves un comunicado con el que evita dramatizar este hecho.

En la nota, la Santa Sede revela que «desde hace tiempo había sido informada –en el transcurso de la preparación del viaje– de la coincidencia con el importante compromiso del primer ministro con motivo de la cumbre de la OTAN».

El Vaticano explica, además, que había recibido la información de que «el jefe del Gobierno habría tratado de estar presente en Turquía para encontrarse con el Santo Padre, pero que no podía garantizarlo».

El comunicado sigue diciendo que «en caso de ausencia», Erdogan había comunicado que «sería representado por otra importante autoridad del Gobierno, es decir, por el viceprimer ministro».

El viaje del Papa a Turquía está previsto del 28 de noviembre al 1 de diciembre de 2006.

Según el borrador del programa (todavía no es oficial), debería encontrarse, entre otros, con el presidente de la República, Ahmet Necdet Sezer, con el gran muftí Alí Bardokoglu (máxima autoridad islámica), con el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, y con el patriarca armenio apostólico, Mesrop II Mutafyan.

En una entrevista concedida este lunes al diario italiano «Il Corriere della Sera», el presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Turquía, monseñor Ruggero Franceschini O.F.M. Cap., arzobispo de Esmirna (Izmir), reconoce que en la ausencia del primer ministro turco puede haber razones políticas.

«Se preparan las elecciones y quizá han prevalecido los extremistas de derechas, que se oponen a los caminos del diálogo. El primer ministro habrá pensado que, al no encontrarse con el Papa, se quitará un problema en la campaña electoral», explica.

El prelado explica las dificultades actuales en el diálogo entre cristianos y musulmanes en Turquía, mencionando tres causas: la invasión de Chipre por parte de ese país, ganándose así la oposición del mundo ortodoxo-cristiano y más en general de todo occidente, «el despertar islámico», y las consecuencias de los atentados del 11 de septiembre.

«Pero el Papa vendrá, estamos contentos de que venga, y como hombres de fe creemos que Dios puede sacar el bien del mal», concluye monseñor Franceschini.

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ZENIT Staff

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