El sacerdote del Bronx no violó el secreto de la confesión

No había recibido la confidencia en el sacramento

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NUEVA YORK, 27 julio 2001 (ZENIT.org).- El padre Joseph Towle, sacerdote del Bronx, cuyo testimonio fue crucial para la liberación de dos hombres que estaban en la cárcel acusados de un asesinato que no cometieron, no rompió el secreto de confesión.

En enero de 1989, Jesús Fornes, habitante del Bronx, reveló entre lágrimas al padre Towle que él, con la ayuda de un amigo, había apuñalado a José Antonio Rivera en 1988.

Dado que se había acusado del crimen a José Morales y con la complicidad de Rubén Montalvo, el sacerdote instó al asesino a presentar su declaración ante la Justicia con el objetivo de que no fuera condenado un inocente.

Fornes prometió seguir el consejo. Ahora bien, sólo presentó su confesión al abogado defensor del acusado, Stanley Cohen, pues más tarde retractó esta declaración. De este modo, la justicia no pudo tenerla en cuenta. Por último, también él murió asesinado, en 1997.

Cuando el juzgado se encontraba a punto de condenar a Morales, el padre Towle, decidió revelar la verdad, que le había sido revelada no en confesión, sino durante una conversación de evidente carácter confidencial.

«No hay nada en mi vida con lo que yo sea más cuidadoso que una confesión», dice el párroco de la Iglesia de San Ignacio en el Bronx, al explicar que su charla con el asesino no fue una auténtica confesión en el sentido sacramental, sino una charla íntima, entre amigos.

Por eso, y porque el propio asesino había hablado con otros testigos sobre su crimen, dice también que él no violó ningún secreto, sino que simplemente repitió lo que el asesino ya había revelado.

El padre Towle presentó la declaración del asesino confidente ante la justicia después de consultar a su obispo, el cardenal Edward Michael Egan, de Nueva York. La arquidiócesis consideró que la conversación que el sacerdote Joseph Towle mantuvo con Fornes no fue una confesión sacramental y por tanto alentó a Towle a contar lo que sabía a la Justicia.

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ZENIT Staff

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