El Santo Padre alienta las «peregrinaciones de paz» a Tierra Santa

Los obispos italianos impulsan un «Plan Marshall» de ayuda a esos cristianos

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CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 20 mayo 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II alentó este jueves «peregrinaciones de paz» a Tierra Santa para manifestar la solidaridad a la comunidad cristiana local.

En su discurso que dirigió este jueves en el Vaticano a la asamblea general de la Conferencia Episcopal Italiana, el Santo Padre aplaudió la iniciativa adoptada desde hace más de un año por las diócesis italianas de promover «peregrinaciones de paz a Tierra Santa» y las alentó «de todo corazón».

«Muchos de vosotros han visitado personalmente aquellos lugares, llevando consigo numerosos peregrinos. Es también un signo fuerte de cercanía y solidaridad para las comunidades cristianas que viven allí y que tienen una gran necesidad de nuestra ayuda», afirmó el Santo Padre.

En los primeros meses del año 2004, los peregrinos italianos han comenzado a afluir en gran número a Tierra Santa gracias a la organización de la Obra Romana para las Peregrinaciones, una institución que depende de la diócesis de Roma, así como de otras diócesis y de congregaciones religiosas.

En los últimos once meses otros dos mil cristianos árabes han abandonado Tierra Santa, mil de ellos vivían en Belén, según informaciones recogidas por la diócesis de Roma.

Hace veinte años, en los Territorios Ocupados, los árabes cristianos eran casi cien mil; hoy son unos sesenta mil, a pesar de que la población árabe en su conjunto ha aumentado decisivamente en número.

La acogida a los peregrinos y la oferta de bienes locales y servicios constituye una de las fuentes de ingresos fundamentales para algunos de los cristianos en Tierra Santa que ha quedado comprometida desde el estallido de la segunda Intifada.

Entre las iniciativas de la Obra Romana para las Peregrinaciones destaca una sin precedentes: el 23 de abril, quince atletas italianos, junto a otros quince israelíes y quince palestinos, participaron en un maratón de paz entre Jerusalén y Belén, llevando una antorcha bendecida por el Papa.

La señal de salida la dio el mismo cardenal Camillo Ruini, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y obispo vicario del Papa para la diócesis de Roma.

En el congreso de teológico-pastoral celebrado entre el 8 y el 11 de febrero pasado por la Obra Romana para las Peregrinaciones, el administrador delegado de esta institución, monseñor Liberio Andreatta convocó un «Plan Marshall» de peregrinaciones para salvar la economía de los Santos Lugares.

«En Italia hay 230 diócesis –observó monseñor Andreatta–; si cada una lograra organizar un grupo, habría peregrinos en Tierra Santa todo el año. Esto sería un verdadero “Plan Marshall” de los propios obispos italianos para salvar Tierra Santa y su economía».

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ZENIT Staff

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