El secreto de las escuelas católicas está en su identidad; afirma el Papa

Sólo así son lugares de desarrollo integral y de auténtico diálogo, asegura

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CASTEL GANDOLFO, 7 septiembre 2003 (ZENIT.org).- Según Juan Pablo II, las escuelas católicas pueden ofrecer su contribución al desarrollo integral y ser lugares de diálogo con creyentes de otras religiones si son lo que dicen ser: escuelas católicas.

Así lo explicó este sábado al recibir a un grupo de obispos católicos de la India, procedentes de las regiones eclesiásticas de Agra, Delhi y Bhopal, quienes han concluido su quinquenal visita «ad limina apostolorum» al Papa y a sus colaboradores de la Curia romana.

Recordando el ejemplo misionero del apóstol santo Tomás, de san Francisco Javier, y de la Madre Teresa de Calcuta (el 19 de octubre será beatificada), el Santo Padre constató que «que desde los primeros días de su presencia en la tierra india, la Iglesia católica ha demostrado un profundo compromiso social en los campos de la salud, del desarrollo, del bienestar y, en particular, de la educación».

«Muchas de vuestras escuelas tienen grandes porcentajes de profesores y estudiantes que no son católicos –explicó–. Su presencia en nuestras instituciones podría ayudar a aumentar el entendimiento mutuo entre católicos y personas de otras religiones, en tiempos en los que los malentendidos pueden convertirse en fuente de sufrimientos».

«Pueden ser, además –añadió–, una oportunidad para los estudiantes no católicos de ser educados en un sistema que ha demostrado ser capaz de formar jóvenes ciudadanos responsables y de provecho».

Monseñor Vincent Concessao, arzobispo de Dehli, explicó en sus palabras de saludo al Papa que en el enorme territorio al que sirven los obispos presentes en la audiencia, en el que vive el 38% de los 1.200 millones de habitantes de la India, los cristianos no tienen la vida fácil.

Donde han pasado las leyes «anti-conversión», la evangelización se ha hecho sumamente difícil, reveló el prelado, y la obra de promoción humana es vista con sospecha.

El Papa, que alentó con entusiasmo a los obispos indios en su misión, recalcó que «una de las grandes contribuciones que pueden ofrecer las instituciones de educación católicas es su carácter católicos sin cortapisas».

«Las escuelas católicas deben crear un espíritu evangélico de libertad y de caridad, ayudar a los alumnos para que en el desarrollo de la propia persona crezcan a un tiempo según la nueva criatura que han sido hechos por el bautismo, y ordenar últimamente toda la cultura humana según el mensaje de salvación, de suerte que quede iluminado por la fe el conocimiento que los alumnos van adquiriendo del mundo, de la vida y del hombre», explicó el Papa.

«Por este motivo, es esencial que vuestras instituciones educativas mantengan una fuerte identidad católica», repitió.

«Esto requiere un currículum marcado por la participación en la oración y en la celebración de la Eucaristía, y que todos los profesores estén bien versados no sólo en sus campos de estudios, sino también en la fe católica», afirmó.

Para ello recomendó colocar «donde sea posible, sacerdotes, religiosos y consejeros formados en cada escuela».

«Esto ayudará a asegurar que todo departamento y actividad refleje con alegría el espíritu de la Iglesia de Cristo», concluyó.

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ZENIT Staff

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