El semanario «Alfa y Omega» cumple diez años

Publicación del arzobispado de Madrid encartada por ABC

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MADRID, martes, 26 octubre 2004 (ZENIT.orgVeritas).- El semanario católico «Alfa y Omega», del arzobispado de Madrid, cumplió recientemente sus primeros diez años de existencia.

Miguel Ángel Velasco, veterano periodista y director de esta publicación que se vende encartada los jueves en el diario ABC, concedió esta entrevista a «Veritas» en la que destaca la acogida favorable de los lectores y en la que augura un futuro posible a la prensa católica española.

–«Alfa y Omega» cumple su décimo aniversario. ¿Qué destacaría de la trayectoria del semanario en este tiempo?

–Miguel Ángel Velasco: La constatación de que han sido diez años que han puesto de manifiesto, ante todo, cómo la Providencia de Dios lo rige todo.

Desde un punto de vista meramente profesional, o humano, hubiera sido absolutamente descabellado imaginar si quiera lo que luego ha sido una realidad: desde el comienzo, hemos visto confluir, para un mismo proyecto, a una serie de personas con el vivo deseo de servir de altavoz a la Buena Noticia, a través de un medio de comunicación; de dar voz a la experiencia cristiana, entendiendo la información religiosa como la que tiene que ver absolutamente con todos los aspectos de la vida, convencidos de que es una pura esquizofrenia eso tan de moda de la fe por un lado y la vida por otro, o eso, no menos de moda, de la fe sólo para la vida privada de cada cual.

Al mismo tiempo una serie de hechos y de circunstancias favorables facilitaron el surgimiento de «Alfa y Omega»; primero, como suplemento del periódico «La Información de Madrid», y luego como semanario católico de información de la Archidiócesis de Madrid. ¡Semanario Católico de Información! y no ¡Semanario de información católica!, que puede parecer lo mismo pero no lo es.

Entre nosotros, bromeamos a menudo hablando del «milagro semanal de «Alfa y Omega»», pero a lo mejor la broma es la mejor manera de definir la realidad.
La distribución a partir del año 2000 de «Alfa y Omega» a todos los kioskos de España y nuestra progresiva presencia en Internet, revelan claramente que «Alfa y Omega» ha sido acogido –y lo es cada vez más– por lectores de toda edad y condición, y que su capacidad de informar y de crear opinión es creciente, hasta el punto de llegar a ser, siempre gracias a Dios, referencia cada vez más imprescindible en la sociedad y en el ámbito eclesial de España, y también
más allá de nuestras fronteras.

Me gustaría destacar de manera especial dos fidelidades: en primer lugar la de nuestros lectores a «Alfa y Omega» –cartas, llamadas, e-mail, colaboraciones– y, al mismo tiempo nuestra fidelidad a nuestros lectores –contenidos, perspectivas, enfoques–, así como nuestro propósito convencido de servicio a la Iglesia y a nuestra sociedad clave de nuestro trabajo.

–¿De quién fue iniciativa la fundación de Alfa y Omega y su fórmula: un
encarte en un diario de tirada nacional?

–Miguel Ángel Velasco: En un principio, «La Información de Madrid» abrió sus páginas al arzobispo de Madrid, entonces cardenal Suquía, para publicar su exhortación pastoral semanal y para otras posibles iniciativas. El entonces obispo auxiliar de Madrid monseñor Javier Martínez sugirió la posibilidad de hacer un suplemento de religión del periódico, pero redactado por la oficina de prensa del arzobispado. La idea cuajó y nació «Alfa y Omega» el 9 de octubre
de 1994.

Días después hacía su entrada en Madrid su nuevo arzobispo, el hoy cardenal Rouco Varela, quien desde entonces no ha dejado de apoyar e impulsar nuestro semanario como un medio de primer orden en la tarea de la evangelización. Al desaparecer «La Información de Madrid», la sensibilidad de Prensa Española y la creciente demanda, que, por su clara identidad, había alcanzado «Alfa y Omega» en aquél año hicieron posible la atinada fórmula de un semanario de la Iglesia distribuido donde tienen que estar los periódicos: en los kioskos, en la calle, signo claro de la propia esencia de esta iniciativa.

–Desde el nacimiento de «Alfa y Omega», han surgido numerosas iniciativas católicas en el ámbito periodístico, algunas con mayor o menor éxito, otras que quedaron por el camino. ¿Cree que se ha inaugurado una nueva etapa para la prensa católica?

–Miguel Ángel Velasco: Creo que se puede hablar, sin temor a equivocarse, de una nueva etapa para los medios de comunicación católicos en España. Hace diez años estábamos prácticamente solos; hoy nos acompañan gozosamente diversas cabeceras muy esperanzadoras, no sólo en prensa escrita sino en radio, televisión, Internet. Sea muy bien venido todo lo que sume y multiplique y no reste ni divida.

Se ha inaugurado y se está consolidando una nueva etapa, con nuevas necesidades, nuevos métodos y nuevos entusiasmos. Todo parece indicar que existe una esperanzadora nueva generación de periodistas católicos. Es importante saber aprovechar, aglutinar y vertebrar tantos buenos deseos y esperanzas.

–¿Qué momento destacaría usted como trascendental para la vida social y política española durante los diez años que existe «Alfa y Omega»? ¿Y de la vida de la Iglesia?

–Miguel Ángel Velasco: Como momento de trascendencia para la vida social y política española, para la convivencia me parece justo e indispensable destacar todo el proceso que se inicia con el brutal asesinato de Miguel Angel Blanco y llega hasta el 11-S y el 11-M de triste memoria. Han sido hechos que han
hecho cambiar casi todo.

Otro hecho trascendental y al que casi nadie parece darle importancia en estos diez años se llama Internet.

En cuanto hecho destacado en la vida de la Iglesia en España, sin ninguna duda, las visitas de Juan Pablo II a España. Y si tuviera que destacar alguna figura más junto a la de Juan Pablo II no dudaría en señalar la de la Madre Teresa de Calcuta.

–¿Qué proyectos tiene «Alfa y Omega» para el futuro?

–Miguel Ángel Velasco: Como soñar es gratis y de momento no está prohibido, todo el equipo de Alfa y Omega es puro proyecto hacia el futuro: son muchas las ideas e iniciativas con las que soñamos: algunas hemos comenzado a esbozarlas, como el Pequealfa, o como nuestra presencia tangible en el mundo Hispano al otro lado del Atlántico.

Personalmente mi proyecto de cada día es estar lo más atento posible para saber lo que nuestros lectores desean de nosotros y ofrecérselo, con actualidad palpitante, antes de que nos lo pidan incluso; al mismo tiempo, sabiendo que mucho más difícil que empezar es mantenerse, sigo confiando en la Providencia de Dios para que guíe cada uno de nuestros números al mejor servicio del bien común.

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ZENIT Staff

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