El Sínodo concluirá con la canonización de cinco nuevos santos

En el Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND)

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CIUDAD DEL VATICANO, martes, 18 octubre 2005 (ZENIT.org).- El domingo 23 de octubre, Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND), Benedicto XVI presidirá a las 9,30 en la Plaza de San Pedro la concelebración eucarística de clausura de del Sínodo de los obispos sobre la Eucaristía y canonizará a cinco beatos.

Entre los futuros santos se encuentra el chileno Alberto Hurtado Cruchaga (1901-1952), presbítero, de la Compañía de Jesús, una de las figuras más destacadas en la historia de la Iglesia católica en Chile.

Tras la licencia en Derecho entró en la Compañía de Jesús. Como sacerdote, se dedicó al apostolado entre los jóvenes y a la enseñanza. Fue asistente de la Acción Católica y fundó «El Hogar de Cristo» para ayudar a los pobres sin techo. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1994.

El presidente de Chile, Ricardo Lagos, firmó una carta de petición a la Conferencia Episcopal para que el padre Hurtado sea proclamado patrono de los sindicalistas chilenos, por la extraordinaria labor de aplicación de la doctrina social que realizó en el mundo del trabajo.

Dos de los futuros santos son ucranianos de origen polaco. Uno de ellos Jozef Bilczewski, nacido el 26 de abril de 1860 en Wilamowice (Polonia), arzobispo de Lviv de los Latinos, fue un punto de referencia para católicos, ortodoxos y judíos durante la primera guerra mundial y en los distintos conflictos que la siguieron.

Había ejercido el sacerdocio en el ministerio pastoral y sobre todo en la enseñanza. Arzobispo de Lviv de los Latinos desde 1900, falleció el 20 de marzo de 1923 en Lviv (Ucrania).

De esta misma archidiócesis era el beato Zygmunt Gorazdowski, sacerdote diocesano y párroco. Nacido el 1 de noviembre de 1845 en Sanok (Polonia), desarrolló su labor en distintas parroquias y promovió numerosas obras para sacerdotes, jóvenes, enfermos y pobres. Fue autor de un célebre catecismo para el pueblo, fundó un nuevo periódico, varias instituciones de beneficencia y la Congregación de las Religiosas de San José para los pobres y los enfermos. Murió el 1 de enero de 1920 en Lviv (Ucrania).

Los otros dos futuros santos son italianos. El beato Gaetano Catanoso nació el 14 de febrero de 1979 en Chorio di San Lorenzo (Italia). Sacerdote de la archidiócesis de Reggio Calabria-Bova, fue párroco en Pentidattilo –pueblecito de Aspromonte– y después de la iglesia de Santa María de la Purificación, en Candelora. También fue canónigo penitenciario de la catedral, director espiritual del seminario diocesano, capellán de los hospitales reunidos y confesor de varios institutos religiosos. Fundó las Hermanas Verónicas del Santo Rostro. Murió en Reggio Calabria el 4 de abril de 1963.

El otro futuro santo será el beato Felice Da Nicosia (en el siglo Giacomo Amoroso), italiano, laico de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos (1715-1787). Durante más de cuarenta ofreció su servicio de mendicante realizando un apostolado itinerante. «Analfabeto, tuvo la ciencia de la caridad y de la humildad», según recordó el cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, al promulgarse el decreto del milagro atribuido a su intercesión en abril pasado.

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ZENIT Staff

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